AHA News: Inquietudes acerca de la salud del corazón en medio de la epidemia del abuso de opioides y metanfetaminas

El uso de las drogas y las sobredosis ha llegado a afectar a hogares

Estados Unidos

Dan Willard no recuerda nada de esas 48 horas fatídicas. Tampoco lo que sucedió con las 32 pastillas recetadas para el dolor; ni cómo su hija jaló su cuerpo de la silla al piso para poder seguir las instrucciones de RCP de la operadora de emergencias.

Lo que sí sabe es todo lo que sucedió para que llegara hasta ese momento. El despachador de servicios de emergencia, jubilado, y ahora de 65 años, había comenzado a abusar de las pastillas después de haberse operado una vieja lesión de la espalda. Los espasmos que empeoraban debido a los discos degenerados tampoco le permitían dormir, por lo que también comenzó a tomar relajantes musculares.

'Mi cuerpo era un desastre y las cosas empeoraban como una espiral descendente y abusiva. Y, por supuesto, al igual que la mayoría de la gente, yo también estaba en una negación constante', dijo Willard, residente de Wichita, pequeño suburbio de Goddard, Kansas. 'Ven las estadísticas en los noticieros todas las noches y dicen: ’esto no me puede pasar a mí’'.

De acuerdo con el Instituto Nacional sobre el Abuso de las Drogas, aproximadamente 1 de 4 pacientes que reciben recetas para medicamentos opioides para el dolor, los consumen indebidamente. Y, diariamente, más de 130 personas mueren en los Estados Unidos después de una sobredosis de opioides.

Aunque la inquietud sobre el uso de las drogas y las sobredosis ha llegado a afectar a hogares en todo el país, también aumenta la preocupación, y una serie de estudios, acerca de los peligros cardiovasculares que surgen del abuso de los opioides y las metanfetaminas.

Un estudio en noviembre mostró que consumir opioides puede aumentar el riesgo de fibrilación atrial, o AFib, un tipo de ritmo cardíaco irregular que puede ocasionar un ataque cerebral. El estudio incluyó expedientes médicos de más de 857 mil veteranos militares jóvenes y de mediana edad, y mostró que consumir opioides aumenta la probabilidad de la AFib en un 34 por ciento.

Un reportaje del New York Times publicado la primavera pasada destacó el creciente problema de la endocarditis, infección letal del corazón, que está ocurriendo en personas que se inyectan metanfetaminas y opioides tales como la heroína.

En diciembre, la American Heart Association lanzó cursos de capacitación auto dirigidos, para proveedores de atención médica y miembros de la comunidad, cuyo objetivo es crear consciencia sobre qué hacer en casos de sobredosis por opioides. Los cursos incluyen instrucciones sobre la RCP y el uso de fármacos como naloxona, que pueden ayudar a revertir dichas sobredosis.

El problema no parece respetar ningún límite, dijo el Dr. Isac Thomas, profesor asistente de la Facultad de Medicina en San Diego de la Universidad de California.

'Alcanza a todas las edades y los niveles económicos. Se dan efectos cardiovasculares definidos al tomar estas drogas', agregó Thomas, quien ayudó a dirigir dos estudios recientes que sugieren que sí existe una epidemia creciente de fallo cardíaco provocado por metanfetaminas, sobre todo entre adultos jóvenes.

'La adicción es una enfermedad y hay grupos extensos en todo el país que están lidiando con ella, además de la vasta cantidad de problemas cardíacos nuevos van apareciendo', dijo. 'Dentro de nuestras prácticas de rutina, no estoy muy seguro que estemos listos o equipados para lidiar con algo de esta magnitud. ...Para atender a estos pacientes, necesitamos volver a educarnos y contar con la participación de otras disciplinas', tales como consejeros sobre adicción y trabajadores sociales.

Willard dijo que él ha visto milagros a lo largo de su historia. Agradece la segunda oportunidad; y el hecho de que su hija, de 21 años en ese entonces, no titubeó para seguir las instrucciones de la RCP hasta que llegara la ambulancia. Tampoco pierde la ironía de cómo sucedió, habiéndose dedicado por 22 años a atender llamadas de emergencia y despachar ambulancias.

Después del 4 de noviembre de 2017, día que ahora denomina como su nueva fecha de nacimiento, Willard le pidió a su doctor que ya no le recetara relajantes musculares. Aún tiene que tomar algo para controlar el dolor físico. Por lo tanto, le pidió a su esposa e hija que se encargaran de dispensarle esas pastillas.

'Con su ayuda puedo mantenerme al margen y no caer en la tentación', agregó. 'Creo que puedo tolerar mejor el dolor sabiendo que tengo a personas a mi alrededor que realmente dependen de mí. Estaba en la negación, pero por fin ahora sigo un buen camino'.

El verano pasado el departamento de servicios de emergencia de condado organizó una celebración para reunir a sobrevivientes de paros cardíacos con personas del personal de primera respuesta. Willard dijo que 'solo había una persona que sobrevivió un evento cardíaco debido a una sobredosis de opioides, y era yo'.