Aunque no existe garantía de que los niños salgan libres de alguna enfermedad durante la época de bajas temperaturas, con estas medidas puede reducir el riesgo de que adquieran alguno de los virus responsables de los resfriados.
Paul Offit, jefe de la división de enfermedades infecciosas en el Hospital Infantil de Filadelfia, Estados Unidos, recomienda asegurarse de que los pequeños se laven las manos.
Lavarse las manos con frecuencia es la regla más simple y efectiva para deshacerse de los gérmenes del resfriado y la gripe. Así que ayúdele a su niño a lavarse las manos con jabón y agua tibia después de que vaya al baño, antes de que coma y en cuanto llegue a casa de la guardería, la escuela, el parque o cualquier otro lugar. No es necesario comprar caros jabones antibacteriales, ya que cualquier jabón eliminará los gérmenes de la superficie de la piel.
Enséñele a no tocarse
los ojos o la nariz
Tenga en cuenta que una mano humana sin lavar está cubierta de miles de bacterias. Cuando un niño se frota los ojos o la nariz, está depositando esas bacterias directamente en sus membranas mucosas, donde son absorbidas rápidamente en el torrente sanguíneo.
Puede empezar por enseñarle a usar pañuelos desechables (o por lo menos la manga limpia de su ropa) para que se limpie un ojo lloroso o se frote la nariz cuando tenga comezón.
Vacune a su niño
Proteja a su hijo de virus y bacterias simplemente asegurándose de que reciba todas sus vacunas y de que lo inoculen cada año contra la influenza.
Enséñele a sonarse la nariz
Si su niño es ya un poco mayorcito, puede enseñarle a que se suene la nariz.
Es algo que requiere práctica, pero una vez que sepa hacerlo ayudará a su cuerpo a deshacerse de la mucosidad adicional que está produciendo mientras está resfriado.