El síndrome de ovario poliquístico es un trastorno hormonal frecuente en las mujeres en edad reproductiva.
Se estima que el 30% de las hondureñas tiene signos detectables a través de ultrasonidos, pero solo un 20% llega a desarrollar el cuadro clínico.
Este problema es más frecuente en mujeres de 20 a 30 años y se relaciona con la amenorrea (falta de regla) y ausencia de embarazo, a pesar de tener una vida sexual activa.
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 El drilling ovárico pertenece a la Clínica Ginecológica y de Fertilidad del doctor Napoleón Galo, quien ha recibido reconocimientos a nivel internacional por esta novedosa técnica de infertilidad, la cual ha sido expuesta por este experto en Argentina, Perú, República Dominicana, México, Costa Rica y Panamá.
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“Las consecuencias son varias y se puede desarrollar síndrome prediabético, por los trastornos de la resistencia a la insulina, y ocasiona, además, cuadros avanzados de depresión, trastornos dermatológicos y vellosidad”, dice Napoleón Galo, de la Clínica de Ginecología y Fertilidad.
La cirugía del “drilling”
Esta novedosa cirugía consiste en la microfunción ovárica con cuaterio monopolar con el objetivo de permeabilizar la corteza ovárica engrosada por el ovario poliquístico, esto para evacuar el líquido folicular en exceso presente en el ovario y destruir las células y de la granulosa relacionada con el incremento androgénico (testosterona).
Las candidatas a este procedimiento son las mujeres con un síndrome avanzado de ovario poliquístico y altamente refractorio al tratamiento y que desean alcanzar un embarazo rápido, pues la ovulación se restaura a corto y mediano plazo, mejorando las condiciones de una manera dramática para lograr el deseado embarazo.
La garantía de éxito es alta, ya que se avanza una ovulación altamente eficaz, traducida en embarazo efectivo en un 80% de las pacientes tratadas a corto y mediano plazo, además de que permite hacer procedimientos suplementarios, como revisión del estado de las trompas y del útero.
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