¿Puede la obesidad encoger al cerebro?

La materia gris contiene la mayoría de las células nerviosas del cerebro

Estados Unidos

Las personas obesas podrían mostrar cierto encogimiento en el tejido cerebral incluso en la mediana edad, confirma un nuevo estudio de gran tamaño.

El estudio, basado en los escáneres cerebrales de miles de adultos en Reino Unido, encontró que los que tenían unos niveles más altos de grasa corporal tendían a mostrar diferencias en la estructura cerebral, en comparación con las personas más delgadas.

Esas diferencias incluían un volumen más bajo de materia gris.

La materia gris contiene la mayoría de las células nerviosas del cerebro, mientras que otro tipo de tejido cerebral (la materia blanca) contiene las fibras que conectan a las distintas partes del cerebro.

Los nuevos hallazgos, publicados en la edición del 23 de abril de la revista Radiology, amplían las evidencias que vinculan a la obesidad con ciertas diferencias en la estructura del cerebro. A principios de año, otro estudio (que utilizó la misma fuente de datos) encontró que los adultos de mediana edad con obesidad abdominal tendían a tener menos materia gris que sus contrapartes con un peso normal.

¿Qué quiere decir todo esto? Investigaciones anteriores han vinculado a la obesidad con un mayor riesgo de demencia en la vejez. Por otra parte, los estudios también han vinculado al encogimiento de la materia gris con el riesgo de demencia.

Así que es posible que los hallazgos actuales ayuden a atar los cabos, plantearon los investigadores.

Pero también apuntaron rápidamente a las limitaciones del estudio: no evaluó la memoria ni otras habilidades mentales de las personas, y el significado de las diferencias en la estructura cerebral no está claro.

Ni siquiera está claro que la grasa corporal adicional sea el motivo de las diferencias cerebrales, comentó la investigadora principal, la Dra. Ilona Dekkers, del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en los Países Bajos.

Dijo que una posibilidad es que la estructura cerebral 'no óptima' preceda al aumento de peso en exceso. El volumen de tejido más bajo se observó, en parte, en el circuito de 'recompensa' del cerebro y en áreas relacionadas con el movimiento.

Dekkers dijo que también es posible que las diferencias cerebrales resulten de otras cosas que van de mano con la obesidad, como una mala dieta o la falta de ejercicio.

Por otro lado, apuntó, la grasa corporal excesiva podría afectar al cerebro directamente.

'Estudios recientes están mostrando que ser obeso tiene un impacto sustancial en nuestros sistemas hormonal e inmunitario, lo que se ha mostrado que conduce a reacciones inflamatorias que también afectan al tejido cerebral', advirtió Dekkers.

El Dr. Harold Bays, un endocrinólogo de EE. UU. que no participó en el estudio, dijo algo similar.

'¿Es posible que una nutrición malsana y la inactividad física sean en parte responsables, y no solo la grasa corporal en sí?', preguntó. 'Sí'.

Pero concurrió en que el 'tejido graso disfuncional' podría afectar al cerebro de manera directa.

Con frecuencia las personas piensan que la grasa es un tejido inerte que simplemente se almacena en el cuerpo, comentó Bays, director del Centro de Investigación Metabólica y de la Aterosclerosis de Louisville, en Kentucky.

En realidad, dijo, la grasa es un tejido 'activo'. Y cuando las células grasas se agrandan en exceso, y se acumulan alrededor del corazón, los intestinos y otros órganos, se vuelven disfuncionales.

'Básicamente, la grasa corporal se enferma', advirtió Bays. Produce hormonas y sustancias inflamatorias, un proceso que contribuye a afecciones como la diabetes, la hipertensión y la enfermedad del hígado graso.

'Es fácil ver cómo eso podría también tener efectos adversos en el cerebro', dijo Bays, que también es funcionario en la Asociación de Medicina de la Obesidad (Obesity Medicine Association).

Los hallazgos se basan en IRM de los cerebros de más de 12,000 adultos británicos de 45 a 76 años. En general, encontraron los investigadores, mientras más grasa corporal tenían las personas, más bajo era el volumen de la materia gris, al menos en ciertas áreas del cerebro.

También tendían a mostrar más cambios 'microscópicos' en la materia blanca del cerebro.

'¿Cuáles son las verdaderas consecuencias de esto en la vida real?', planteó Bays. 'No está claro'.

Por ahora, dijo, 'podemos añadir el cerebro a la lista de órganos que podrían ser potencialmente dañados por la obesidad'.

Dekkers dijo que los estudios futuros deben seguir a las personas a lo largo del tiempo, para ver si la obesidad a una edad más temprana precede a los cambios en el volumen de la materia gris a una edad más avanzada.

'También sería interesante investigar si las asociaciones que encontramos pueden ser influidas por la pérdida de peso, y ver si las reducciones en los volúmenes cerebrales podrían ser reversibles', añadió.

Más información

La Asociación del Alzheimer (Alzheimer’s Association) ofrece más información sobre el estilo de vida y la salud del cerebro.