Siete claves para controlar la diabetes

Es importante que el diabético lleve un buen control de su enfermedad para evitar compliaciones

  • 28 jun 2017

San Pedro Sula

La mayoría de las personas ignora las causas que generan la diabetes y los mitos pueden interferir en su control.

Un grupo de médicos preguntó a sus pacientes cuál es la causa de la diabetes y lo que estos respondieron fue: “por un susto o un coraje”, y la que se asocia a su desarrollo, que es la obesidad, andaba en el lugar 13. Hay mucho desconocimiento.

1. Radica mitos

Es clave es que las personas sepan que la diabetes tiene una base genética importante, pero se detona por un estilo de vida no saludable y exceso de peso.

El paciente debe saber que la insulina no causa ceguera y que no deberá volverse vegetariano.

Agrega que las personas deben tener claro que la diabetes no se cura, para que no caigan en la trampa de los tratamientos “milagro”.

El monitoreo de la glucosa, las metas de control y los síntomas que indican que algo anda mal, son cuestiones fundamentales que los pacientes deben conocer.

La meta

-Conoce los indicadores que debes cumplir para controlar la diabetes.
-Glucosa en ayuno o antes de las comidas: menor a 130 mg/dL
-Glucosa dos horas después
de los alimentos: menor a 180 mg/dL
-Triglicéridos: menor a 150 mg/dL
-Colesterol LDL (colesterol malo): menor a 100 mg/dL
-Presión arterial: menor a 130/80 mmH y nunca mayor
a 140/90 mmHg
-Revisión de riñones y ojos: Una vez al año
-Revisión de pies: A diario después del baño y pedirle al médico que lo haga en cada consulta.

2. Visión a salvo

Cuando no hay un adecuado control de glucosa en la sangre, los vasos sanguíneos de la retina se van dañando y, de no intervenir, el paciente puede perder completamente la visión.

Muchas veces las personas con diabetes que no han sido diagnosticadas presentan visión borrosa a causa de la glucosa descontrolada, pero este es un síntoma transitorio.

Los problemas serios que se presentan en la retina generalmente no provocan síntomas hasta que el daño ya está muy avanzado y por eso se recomienda que cada año el paciente acuda con el oftalmólogo a hacerse un examen de retina, porque además, en pacientes con diabetes también hay mayor frecuencia de cataratas, glaucoma y trastornos de la agudeza visual.

3. No olvide sus pies

La diabetes puede provocar pérdida de la sensibilidad en los pies, mala circulación de la sangre y deterioro del sistema inmunológico, por lo que una pequeña herida se puede infectar gravemente hasta provocar necrosis si no se actúa de manera oportuna.

El problema es que puede haber un punto (en el pie) en el que haya un daño constante al tejido y el paciente no lo sienta. Cuando hay puntos anómalos se forma un callo y, si se va engrosando, va lesionando los tejidos internos y eso provoca que se forme la úlcera.

Según estudios recientes el 38% de los pacientes con diabetes presenta alteraciones de sensibilidad en los pies, eso no significa que vayan a desarrollar pie diabético, de hecho, todos pueden evitarlo.

Se sugiere usar calcetines de algodón y calzado de piel completamente cerrado y cómodo.
Si está en las primeras etapas de la diabetes y no tiene antecedentes de problemas del pie ni pérdida de sensibilidad, quizás lo único que necesite sea un calzado con el adecuado calce y elaborado con materiales suaves con una suela que absorba el impacto.

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Es importante que los pacientes aprendan a elegir el tipo correcto de calzado en el talle correcto, para que se eviten futuros problemas.

Sugerencias

-No camines descalzo.
- Lava tus pies diariamente
con agua y jabón neutro.
- Seca muy bien, sobre todo
entre los dedos, evita que
la piel se macere, desprenda
y se formen fisuras.
-Aplica talco entre los dedos
para evitar la humedad
y crema en el resto del pie.
-Corta las uñas rectas
de forma cuadrada y lima
las orillas en forma redonda.
-Lima los callos y si son muy
gruesos acude al podólogo.
-Revisa los pies diariamente,
no olvides la planta del pie.
Acude a tu médico si detectas:
-Cambios en la coloración
o temperatura.
-Ampollas, callos o úlceras.
-Descamación, grietas, dolor.
-Humedad entre los dedos
u hongos en las uñas.

4. Boca sana

Cuando se vive con diabetes el cuidado dental se vuelve imprescindible porque el descontrol de la glucosa aumenta el riesgo de tener infecciones bucales y, a su vez, las infecciones descontrolan la glucosa.

Este círculo vicioso puede llevar al paciente a perder piezas dentales, lo que altera su dinámica nutricional e impacta su estado emocional.

El diabético debe cuidar su higiene dental, de esta manera evitará padecer de enfermedad periodontal

La inflamación de las encías es muy frecuente en personas con diabetes, muchos presentan periodontitis y el resto presenta gingivitis.

Además, las enfermedades dentales pueden interferir con el plan de alimentación porque los pacientes optan por alimentos blandos como papillas dulces o líquidos que en su mayoría son azucarados.

5. Ajusta tu menú

Vivir con diabetes no significa permanecer a dieta, aseguran los endocrinólogos, se trata de aprender a comer de forma saludable, como deberían hacer todas las personas para prevenir enfermedades crónicas.

Tenemos que erradicar el concepto de que por la diabetes va a tener muchos alimentos prohibidos.
Adaptarse a un nuevo plan de alimentación puede ser complicado al principio, por eso el endocrinólogo aconseja empezar por lo más simple: erradicar los hábitos nocivos como consumir bebidas azucaradas, alimentos con mucha grasa y sal en exceso.

Lo siguiente es conocer los grupos de alimentos y aprender a combinarlos y balancearlos. Una estrategia puede ser ocupar la mitad del plato con verduras, un cuarto con proteínas como pescado o pollo y otro cuarto con cereales y leguminosas como arroz y frijoles; agregar una pieza de fruta y agua natural.

Elige correctamente, prefiere carnes a la parrilla o guisadas en vez de empanizadas, sopas en consomé en lugar de cremas y fruta o gelatina baja en calorías en vez de helados o pasteles.

Adopte el plato saludable que incluye todos los alimentos, pero se hace de una forma equilibrada. Asegúrese que un especialista en nutrición le indiqué qué tipo de alimentos debe consumir, ya que no todos los requerimientos nutricionales son iguales para todos los pacientes diabéticos.

Las colaciones saludables permiten controlar el hambre; se recomiendan a media mañana y a media tarde.

Semáforo de la alimentación

Rojo Elimina

-Alimentos con alto contenido de azúcar:
galletas dulces, pastel, miel, fruta en almíbar, atoles, tamales, bebidas dulces y pan dulce.
-Bebidas alcohólicas
-Comida rápida: hamburguesas, pizzas, hot dogs, papas fritas, nuggets
-Platillos fritos, empanizados o capeados
-Vísceras: tripas, riñón, hígado, sesos...
-Embutidos: salami, tocino, paté, salchichas de cerdo

Amarillo modere

-Grasas: chicharrón, mantequilla, queso crema, manteca
-Cereales: Bolillo sin migajón, pan tostado, tortilla de maíz, arroz, pastas, papa cocida, galletas, hojuelas de maíz sin azúcar, leguminosas (frijol, haba, lenteja, chícharo)
-Lácteos, sal y fruta

Verde aumente

-Alimentos de origen animal: pollo, pescado,
atún, claras de huevo, queso panela, requesón, queso bajo en grasa, carne de res, jamón de pavo bajo en grasa
-Grasas: aceite de cártamo, canola, girasol, maíz o soya; aguacate, mayonesa light, almendras, cacahuates o nueces
-Todas las verduras, pero especialmente acelgas, apio, calabaza, champiñones, ayote, repollo, habichuela espinaca, germen de alfalfa, pimiento morrón, coliflor, flor de calabaza, tomate, lechuga, nopales, pepino, rabanitos, tomate verde, verdolagas, berros y espárragos.

6. En movimiento

El ejercicio es igual de importante que el plan de alimentación, pero eso no quiere decir que las personas con diabetes tengan que entrenar como si se estuvieran preparando para correr una maratón.

Los especialistas sugieren empezar por erradicar el sedentarismo, es decir, evitar pasar mucho tiempo sentados; se debe utilizar transporte activo como bicicleta, acostumbrarse a subir escaleras en lugar del elevador y dar más de 10 mil pasos al día (contarlos con ayuda de un podómetro).

En cuanto al ejercicio, las personas con diabetes deben hacer 40 minutos de actividad al día, 5 días de la semana y los días de descanso no deben ser consecutivos.

El tipo de ejercicio recomendado es muy individual, por ejemplo, hay pacientes que tienen hipertensión y esto los condiciona a hacer actividad por intervalos.
En general, la recomendación es hacer ejercicio: aeróbicos, correr, nadar, bailar o andar en bicicleta.

Ayuda mucho

-Haz ejercicio mientras
ves televisión
-Realiza 2 o 3 bloques de ejercicio de 15 minutos continuos al día
-Si tienes una bicicleta fija o una caminadora, ¡aprovéchalas!
-Sal a caminar, pasea a tu mascota
-Sube y baja escaleras de manera continua
-Busca clases comunitarias
-Utiliza los gimnasios urbanos
-Considera que el ejercicio te recargará la pila
-Haz actividad física con un amigo o familiar
-Elige el horario en el que te sientas con más energía
-Evita ejercitarte si tu glucosa se encuentra debajo de 80 mg/dL o arriba de 250 mg/dL

7. Depresión a raya

Recibir el diagnóstico de diabetes y enfrentarse a un estilo de vida distinto al que se ha llevado durante toda la vida son cuestiones que pueden provocar miedo, enojo, angustia o tristeza.

El paciente se crea la idea de que va a vivir estigmatizado, que ya no va a poder comer rico y si tuvo familiares con desenlaces muy graves como amputaciones, insuficiencia renal, infartos cardiacos o cerebrales, etcétera; tienen ideas casi siempre fatalistas.

Además, el diagnóstico implica un duelo como el de cualquier pérdida, por eso se requiere la guía de un psicólogo que ayude al paciente a adaptarse a su nueva vida.

Advierte que los principales aliados o boicoteadores de los pacientes con diabetes pueden ser los familiares o el entorno de trabajo.

Ha habido pacientes que han tenido un apoyo familiar inmejorable, pero en su trabajo sufren bullying o estigmatización por la diabetes, es muy importante investigar todo esto y si se detecta algún problema, manejarlo.

Si hay un trastorno psiquiátrico como ansiedad o depresión, es necesario tratarlo para que no interfiera en el control de la enfermedad.

Un paciente con ansiedad y depresión difícilmente puede llevar un tratamiento.