La pandemia de coronavirus puede estar cortando los deberes tradicionales de las familias reales de Europa, pero la práctica del distanciamiento social no les impide ayudar.
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Desde el 16 de abril la princesa Sofía, esposa del príncipe Carl Philip y miembro más resistente de la familia real sueca desde su matrimonio en 2015, se ofreció como voluntaria del hospital Sophiahemmet de Estocolmopara apoyar a los trabajadores de la salud allí.
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Sofía se unió a las filas de los trabajadores del sector sanitario en la lucha contra el nuevo coronavirus, tras seguir una formación exprés de tres días.
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La formación que siguió la princesa es la que se proporciona al personal de hostelería y restauración que se encuentra en paro técnico, y cuya ayuda es necesaria en hospitales y geriátricos.
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Sofía, al igual que los otros voluntarios del hospital, no trabajará directamente con los pacientes infectados, confirmó a People un portavoz del hospital. Ella estará apoyando a los médicos y enfermeras desinfectando el equipo, así como tomando turnos en la cocina y limpiando alrededor del hospital.
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El miércoles, la Casa Real de Suecia compartió una declaración sobre el voluntariado de Sofía, diciendo: “En la crisis en la que nos encontramos, la Princesa quiere involucrarse y hacer una contribución como voluntario para aliviar la gran carga de trabajo de los profesionales de la médicina'.
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'Como presidenta de honor de Sophiahemmet, quiere contribuir con su ayuda ante la crisis que atraviesa Suecia', declaró a la AFP Margareta Thorgren, portavoz de la Casa Real.
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Suecia decidió no confinar a su población, y apeló en cambio a la responsabilidad individual de los habitantes para mantener una distancia social adecuada y para observar estrictamente las reglas de higiene y aislamiento en caso de síntomas.
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Suecia contaba con 13.216 casos confirmados de contaminación de COVID-19 este viernes, de los cuales fallecieron 1.400.