Chloe Middleton, una joven británica de 21 años, murió el pasado viernes tras contagiarse con el nuevo coronavirus COVID-19 en High Wycombe, Buckionghamshire, Reino Unido. Lo que causa revuelo y probables estudios científicos, es que la joven, según dijo su madre, no tenía historial clínico pues gozaba de perfecto estado de salud.
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El fallecimiento de Chloe Middleton por COVID-19 contrasta la tendencia de que la enfermedad solo afecta a los adultos mayores. De acuerdo con Infobae, la joven británica de 21 años se convirtió en la más joven víctima mortal de la gripe sin presentar antecedentes médicos de importancia.
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La madre de Chole confirmó en su Facebook el fallecimiento de su hija, al tiempo que hizo un llamado para que las personas tomen en serio los contagios del letal coronavirus. 'Para todas las personas que piensan que es solo un virus, por favor piensen nuevamente. Hablando desde una experiencia personal, este llamado virus le ha quitado la vida a mi hija de 21 años”, escribió su madre Diane Middleton.
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La muerte de Chloe Middleton tomó por sorpresa a toda su familia, pues sus parientes aseguraron a medios británicos que ella era una joven en perfecto estado de salud. “No tenía problemas de salud subyacentes”, aseguró su tía Emily Mistry.
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Amigos y familiares de Chloe utilizaron sus redes sociales para enviar mensajes de cariño póstumos. Su hermana, Amy Louise Middleton, publicó fotos de Chloe: “¡Mis hijos no podrían haber sentido un cariño más grande! ¡Los adoraba y nosotros a ella“. Chloe fue su mejor amiga, ha añadido, para advertir: “Por favor, no se tome este virus a la ligera porque nunca se sabe qué hay a la vuelta de la esquina”.
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Los británicos 'solo estarán autorizados a salir de casa' para hacer la compra, ejercicio físico o ir al trabajo si 'es absolutamente necesario', anunció el lunes el primer ministro, Boris Johnson, confinando al país al menos tres semanas para frenar el coronavirus.
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'A partir de esta noche debo dar a los británicos una instrucción muy simple: deben quedarse en casa', afirmó en un solemne mensaje a la nación el primer ministro Boris Johnson, cuando el Reino Unido cuenta 335 muertos por covid-19 y 6.650 casos confirmados, aunque los posibles infectados se estiman en al menos 55.000.
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'Lo más importante que debemos hacer es detener la propagación de la enfermedad', afirmó Johnson en este inusual mensaje televisivo grabado. 'Por eso la gente sólo estará autorizada a salir de casa para unos propósitos muy limitados', agregó.
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El gobierno británico, que fue muy duramente criticado por su estrategia inicial contra el covid-19 considerada laxista, se suma así ahora a otros grandes países europeos como Italia, España y Francia en el confinamiento de su población como medida extrema para intentar frenar la propagación de la pandemia.