“Como ya se había divorciado de Elizabeth Taylor, no existía impedimento para tratarnos. Lo conocí en la inauguración de su hotel en Acapulco... Tuvimos un romance muy bonito, lo acompañé varias veces a Nueva York, y él venía a cada rato a verme a México. Era encantador, me hizo algunos regalos, pero a pesar de todo ello, no logré ver en él al hombre perfecto, con quien soñaba compartir mi vida”, recordó en su autobiografía.