Maneras de dar cariño sin necesidad de contacto físico

Aquí te brindamos algunas alternativas para seguir recargando las «baterías» emocionales sin apenas contacto físico.

  • 08 sep 2020

SAN PEDRO SULA.

Las recomendaciones de distanciamiento social impuestas en los últimos meses nos obligan a dejar de lado temporalmente esa frase tan nuestra que dice «El roce hace el cariño». Pero esto no es del todo cierto, ya que existen otras formas o vías para demostrárselo a nuestros seres queridos y amigos sin necesidad de mantener un contacto físico que vaya más allá del curioso choque de codos.

Para ello, Ximena Duque Valencia, experta en desarrollo personal y espiritual, explica cinco formas que permitirán transmitir el cariño de la misma manera. Únicamente debemos ser capaces de conocer a la otra persona e identificar qué tipo de lenguaje utiliza, para demostrar o recibir afecto.

El cariño no es algo que exista en el interior de una persona, de manera aislada y sin que pueda ser externalizado más allá de un simple beso o abrazo. Es cierto, el contacto físico es algo fundamental para los seres humanos y está demostrado que su ausencia debilita nuestras relaciones más cercanas y nuestra salud.

Demostrar afecto sin contacto físico
Ximena Duque Valencia expone a continuación 5 gestos o acciones que demostrarán cariño hacia los demás sin necesidad de tener un gran contacto físico. Además, servirán para aumentar la confianza de todos nosotros, reduciendo los niveles de ansiedad y estrés generados tras estos largos meses de confinamiento.

1. El poder de la palabra... Las palabras, ya sean de agradecimiento, reconocimiento o afirmación, son excelentes vehículos para demostrar cariño. Podemos utilizarlas para elogiar, demostrar empatía, bromear… En definitiva, para sacar una gran sonrisa a quien tengamos cerca en cada momento.

2. … y de la mirada. La mirada también resulta esencial a la hora de expresarle tu afecto a una persona. Mantener el contacto visual es imprescindible para descubrir esos pequeños gestos que nos permitirán saber lo que en ese momento está sintiendo nuestro familiar, amigo o pareja. Ya sea de manera automática o irracional, está claro que una situación de interacción entre dos personas se vuelve mucho más torpe si ambas no se están mirando a los ojos.

Foto: La Prensa

3. Regálales tu tiempo. El cariño no es algo que deba ser demostrado simplemente a través de acciones puntuales, ya que corremos el riesgo de que esto sea visto como algo superfluo o interesado. «Una muestra de cariño es siempre bien recibida, pero no es suficiente para que surta el efecto deseado y tenga un significado verdadero para la persona que lo recibe. Para ello es necesario compartir muchos momentos con esa persona, hacer que pasar tiempo juntos no sea una excepción», afirma Ximena Duque Valencia.

Una práctica súper gratificante consiste en quedar con la otra persona a una hora específica, invitarla a cerrar los ojos y que lleve su mano izquierda al hombre derecho, y la derecha al izquierdo. Deberá permanecer así durante unos minutos sintiendo nuestro abrazo. Se trata, en resumen, de una corta meditación de conexión que aporta una sensación muy gratificante a quien la realiza… pero también al que la propone.

4. Hazte/les un favor. Seguro que durante la etapa de confinamiento hiciste algún favor a alguien, ya fuese a aquella pareja de vecinos mayores a la que les comprabas el pan diariamente, o dando clases express de informática a un tío o abuelo que no sabía cómo unirse a las videoconferencias familiares. Los actos de servicio o favores son otra gran muestra de cariño que podemos seguir regalando a nuestros seres queridos y que, además, nos reportarán grandes dosis de satisfacción personal.

5. Pregunta o simplemente escucha. Muchas veces, y de manera inconsciente, nos dejamos llevar por nuestros sentimientos de felicidad y alegría al reencontrarnos con amigos y familiares. Esto provoca que nos centremos en nosotros mismos sin darnos cuenta que la persona que tenemos enfrente puede necesitar que la escuchemos o la preguntemos cómo va todo. Saber escuchar, preguntar o compartir los momentos más difíciles es otra gran muestra de cariño.