¿Claves para aprender a cómo ser más ordenado?

Organizar el espacio de convivencia es también organizar la mente, y aprender de las emociones vinculadas a los objetos.

  • 04 sep 2020

SAN PEDRO SULA.

Aprender a ordenar los espacios es, además de un buen propósito, un hábito a adquirir que reporta múltiples beneficios. Así lo explica Vanesa Travieso, una de las selectas discípulas de Marie Kondo, gurú del orden.

Los primeros meses del año siempre son un buen momento para instaurar hábitos positivos. Entre los tópicos más recurrentes, suele aparecer el de practicar el orden y la organización, un hábito que lleva consigo beneficios mentales, además de los evidentes de tener un espacio más colocado y armónico.

Estos son algunos de los consejos más útiles para instaurar este principio en tu casa y, también en tu vida. Palabra de organizadora profesional.

¿Por dónde se empieza?
Vanesa Travieso, Organizadora Profesional formada por Marie Kondo en su método, explica a Efe en una entrevista que el primer paso hacia el orden es “tomar conciencia”, y comenzar poco a poco: “empieza por colocar un cajón, algún espacio pequeño”, sugiere la gallega.

Respecto a las zonas por las que empezar, lanza la siguiente pauta, “¿Qué zona de tu casa te incomoda o te agobia más?”

Travieso, sugiere en caso de no tenerlo del todo claro “comenzar por la cocina”, un lugar en el que es más fácil “no tener apegos emocionales, a menos que te dediques a ello de forma profesional”, desgrana.

Foto: La Prensa

“Cuando contienes, mantienes: el orden son cajas”
Aunque es cierto que el éxito del orden parte de tomar conciencia, existen algunos elementos materiales que facilitan llevar a cabo esta tarea, que entran en juego una vez pasado el proceso de categorización.

“Una vez ves lo que tienes, categorizas los productos, y puedes dar así un lugar de forma más fácil mediante cajas y separadores”, explica.

Las cajas y los separadores permiten “optimizar mucho más el espacio”, así como ser conscientes de los objetos sobrantes. Además de la clásica forma de doblar las prendas en “churritos” y colocarlas en vertical ocupando menos espacio, -una de las pautas que viralizaron a Marie Kondo- existen otros trucos, como “emplear el mismo tipo de botes y cajas” que ayuda a tener una dimensión más correcta de lo que se posee.

“Las perchas son la columna vertebral del armario”, sentencia la organizadora, explicando que es preferible invertir en juego de perchas “del mismo modelo, que permita ver las prendas a una misma altura y distancia”, colocadas en la misma dirección en el armario.

Practica el desapego y la generosidad

Una vez examinadas las pertenencias y colocadas con ayuda de los organizadores, ¿qué se hace con todo lo sobrante? Travieso lo tiene claro, “es una buena ocasión para practicar la generosidad”, y es que, si da pena deshacerse de alguna prenda, regalarla a un ser querido para que pueda darle una segunda vida es una buena opción.

“El apego a los objetos materiales es un patrón de repetición que adquirimos desde que somos pequeños; un peluche preferido, una manta para dormir…”

Cuando pones orden “entras en un entrenamiento en el que se rompen con estos hábitos”, en el que la generosidad cobra un papel importante además de permitir deshacerse de objetos con la felicidad de que alguien los disfrutará.

“¿Por qué el simple hecho de que algo esté nuevo o haya sido caro impide que podamos regalarlo a alguien que vaya a disfrutarlo? Si lo regalas, tanto tú como la otra persona estaréis mucho más felices, cuando se es generoso se vive mejor”, explica.

Una solución ante los objetos que ya no se utilizan, que pone de manifiesto el carácter emocional vinculado a lo material, un aspecto en el que el orden, además de facilitar la convivencia en el espacio, actúa también como terapia.