¿Qué debemos tener en el botiquín de nuestra casa?

¿Qué debe tener?, ¿Cómo organizar sus productos sanitarios? A ello responde el experto médico de Cinfa Manuel Escolar.

  • 22 jun 2020

SAN PEDRO SULA.

El botiquín es un recurso de primera necesidad que está presente en la mayor parte de los hogares. “Disponer de un botiquín en casa es importante porque los accidentes domésticos son mucho más frecuentes de lo que imaginamos: en un año afectan, aproximadamente, al 4 % de la población, es decir, a 1,4 millones de personas”, asegura Escolar.

Estos accidentes, que suelen ser leves, suceden inevitablemente pese a todas las precauciones que podamos tomar y, aunque la mayoría no tienen consecuencias graves para la salud de las personas -cortes con un cuchillo, quemaduras por tocar el horno o por una salpicadura de aceite-, sí precisan una mínima atención o unos primeros auxilios.

Por lo tanto, la presencia de un botiquín en casa con los elementos sanitarios y medicamentos básicos es un recurso necesario para ofrecer una respuesta adecuada ante estas situaciones, como explica el experto de Cinfa.

Cómo organizar el botiquín de casa
“Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el botiquín debe ser un lugar limpio y espacioso en la medida de lo posible para garantizar que el contenido está protegido del exterior y de la suciedad”, comienza sus recomendaciones.

Además, debe colocarse en un lugar fresco y seco. Por lo que es un error, como recuerda el experto, tenerlo en la cocina o en el baño, lugares expuestos al calor y la humedad.

Otro aspecto importante es que todos los miembros de la familia sepan donde está, aunque se mantenga alejado del alcance de los niños para evitar percances. Y no debe tener cerraduras o contraseñas, “porque eso dificultaría el acceso a su contenido en caso de urgencia”, afirma Escolar.

Por último, conviene revisar el botiquín de casa al menos dos veces al año para eliminar lo que se haya caducado y reponer lo que se haya terminado.

¿Qué debe haber en un botiquín?
“Un botiquín correcto debe tener tres tipos de producto: material sanitario para primeros auxilios, teléfonos de urgencia y medicamentos”, enumera.

Elementos de primeros auxilios
En este grupo, debemos tener todo lo necesario para una primera cura o para el tratamiento de las heridas, que son los accidentes domésticos más frecuentes. Es decir, “un pequeño kit salvavidas para los pequeños percances del día a día“. Estos son los elementos de primeros auxilios que debemos tener, según Escolar:

Lo primero, toallitas de alcohol o alcohogel, ya que “las manos de una persona que va a tratar una herida pueden ser el vector de una infección, por tanto, antes de tocarla hay que lavarse las manos y desinfectarlas”, aclara.

Antisépticos como agua oxigenada, solución yodada o alcohol. Aunque el experto subraya que este último solo se debería utilizar si no tenemos ninguno de los dos anteriores, ya que desvitaliza los tejidos y retarda la cicatrización.

Tiritas o vendas de distintos tamaños para cubrir la herida o controlar hemorragias.

Gasas esterilizadas.

Suero fisiológico.

Esparadrapo.

Tijeras.

Guantes.

Un pañuelo triangular para improvisar un cabestrillo.

Listado de teléfonos de urgencia

El experto explica que es importante tener apuntados los teléfonos a los que debemos llamar en caso de urgencia, para que cualquier miembro de la familia que tenga que utilizarlos lo pueda hacer lo más rápido posible. “En este listado deben estar el del hospital más cercano, el del centro de salud, el del médico de cabecera o algún médico amigo, y el de la policía y los bomberos, aunque en España llamando al 112 nos ponen en contacto con cualquiera de estos servicios”, señala Escolar.

Medicamentos
Un botiquín debe contener pocos medicamentos -solo los que utilizamos más frecuentemente- y deben estar organizados. “No puede haber ni pastillas sueltas ni envases no identificados. Por eso debe conservarse el envase original y el prospecto”, apunta el experto.

Lo primero que tiene que haber en el botiquín médico es la medicación que utilizamos habitualmente. “Estaría bien poner en un papel por qué nos lo han prescrito, la dosis, el intervalo de administración y el tiempo que tenemos que tomarlo, para que si hay un accidente cualquier familiar pueda avisar a los servicios de urgencia de la medicación que tomamos habitualmente”, aconseja.

También tenemos que tener analgésicos antitérmicos como paracetamol e ibuprofeno, que aunque son de uso habitual, Escolar recuerda que “son medicamentos y tenemos que tomarlos de forma responsable. Si en 3 o 4 días la causa por la que estamos tomándolo no se ha resuelto, debemos ir al médico de cabecera”.

También hay que tener antihistamínicos, sobre todo si hay en casa alguna persona alérgica al polvo o al polen.

Antiácidos para el ardor de estómago.

Antigripales para tratar estos síntomas entre los meses de noviembre y febrero,

Laxantes y antidiarreicos, aunque estos últimos no es aconsejable tomarlos, en el caso de las diarreas que ocurren en casa, porque contribuyen a alargar la infección. “La diarrea favorece la eliminación de la carga viral o bacteriana que haya en nuestro cuerpo, por eso es mejor expulsarlo y no forzar a que se mantenga dentro del intestino”, advierte el experto.

Pomada para quemaduras leves.

Y por último, no podemos olvidar el termómetro, que, aunque no es un medicamento, debe estar presente en el botiquín de todos los hogares.