Dormitorios, ¿distribuyes bien el espacio?

Los cuartos son un lugar para el descanso, donde hay que respetar el sueño, hay que establecer criterios claros sobre el espacio

Redacción

El dormitorio es mucho más que la habitación donde descansas. Es un templo de intimidad donde el relax es prioritario para desconectar del día a día.

Su distribución es fundamental para conseguir un lugar cómodo, confortable y sereno, que se pueda convertir en un espacio multifuncional, donde exista un rincón como refugio personal.

Los espacios pueden mejorar dependiendo de los elementos que lo integran, pero lo fundamental es poder encontrar la paz y la tranquilidad para poder sentirte despejado y relajado y, de esa manera, conciliar mejor el sueño, según la filosofía del feng-shui para conseguir un descanso reparador.

Una filosofía que concentra en la colocación de la cama un eje vital para el descanso, por lo que se debe buscar un lugar armonioso. “Esto quiere decir que tenemos que colocar la cama en un lugar lo más alejado posible de puertas y ventanas o elementos exteriores que puedan molestarnos”, indica Naranjo.

La simetría en el dormitorio también será relevante a la hora de descansar. Si nuestro dormitorio tiende a ser simétrico en cuanto al mobiliario se refiere, dará equilibrio a las personas que descansan en él y por lo tanto será más fácil dormirse.

Para conseguir este equilibrio, es conveniente “utilizar el mobiliario del mismo tamaño y color, así como los cojines que normalmente ponemos sobre la cama para respetar el orden de la habitación”, señala el interiorista Juan Pablo Naranjo.
Además, debemos evitar sobrecargas en la decoración. Hay que procurar organizar el dormitorio antes de irnos a dormir.

Las opciones son minimalista para este tipo de cuartos es mejor tener armarios empotrados, muy pocas piezas decorativas y una buena iluminación.

Vintage para tener un cuarto así podemos acudir a muchos elementos, como por ejemplo el papel pintado, muebles artesanos o pintura envejecida.

Decoración

1

iluminación

Mantener una luz cálida e indirecta justo antes de irnos a reposar es mejor que tener todas las luminarias encendidas, una manera de entrar ya en una zona de estar cálida y en equilibrio.

2

colores

{

Los tonos suaves ayudan a conciliar el sueño. Los ideales son los pastel, como el beige, azul o arena, mientras que conviene evitar colores como el rojo, el naranja o, incluso, los amarillos intensos .
3

cabeceros

Decidirse por los prácticos que incluyen cajones o estanterías laterales o por los más exóticos, o clásicos y mullidos, no solo es una cuestión decorativa, marca mucho el estilo y el espacio.