Clementina Suárez miró la luz de la vida en Juticalpa, el 14 de mayo de 1902, en la misma ciudad donde nació
Froylán Turcios.
Nacida en el seno de una familia acomodada (su bisabuelo fue vicepresidente de Honduras entre 1848 y 1852, y Presidente interino en 1848), Clementina se convertiría en la oveja negra de la familia porque no se acomodó a los roles tradicionales de la mujer de su época.
Tras morir su padre dejó su hogar para seguir su propio camino. En 1930, luego de una breve estancia en México, publica su primer poemario Corazón sangrante. En ese momento se convirtió en la primera mujer en publicar un libro de poesía en Honduras.
Además de su trabajo literario, Clementina fue una comprometida promotora cultural. En 1970 recibió el Premio Nacional de Literatura Ramón Rosa.
Vivió sin complejos en una sociedad hipócrita y mojigata. Es una de las mujeres excepcionales de Honduras, al igual que Lucila Gamero de Medina, que hicieron literatura en una época difícil para su género. Se casó dos veces y se divorció.
Murió en enero de 1991 en circunstancias nunca esclarecidas.
