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'Catracho y Maíz no son mágicos ni pócimas, pero bajan la carga viral': doctor Umaña

  • 04 junio 2020 /

La combinación de ambos tratamientos reduce considerablemente la carga viral, según han coincidido expertos del área de la Salud.

San Pedro Sula, Cortés.

El presidente de la Asociación Médica del Instituto Hondureño de Seguridad Social (Ihss) de San Pedro Sula, Carlos Umaña, aclaró que los tratamientos contra el COVID-19 conocidos Catracho y Maíz “no son mágicos ni pócimas, pero sí muy efectivos para reducir la carga viral”.

Método Catracho
1. Fue creado por el médico hondureño Miguel Sierra-Hoffman, quien reside en Estados Unidos y es jefe de Investigación de la Universidad A&M, además contó con la colaboración de los médicos Fernando Valerio y Oscar Díaz.
Este tratamiento incluye técnicas como administración de oxígeno a alto flujo y pronación, consiste en acostar al paciente boca abajo por 16 horas con un descanso de una hora sentado al principio.
Autoridades del Hospital Escuela advirtieron que sólo aplicarán esas fórmulas con la autorización del paciente contagiado por la enfermedad. Además que nadie debe tomarlos sin prescripción médica, ya que por su uso descontrolado puede haber efectos secundarios.

Método Maíz
2. Este se aplica en la primera fase ambulatoria previa al tratamiento Catracho. Fue creado por el doctor Omar Videa, se aplica en casa y consiste en microdasyn, azitromicina, ivermectina y zinc.
Los análisis afirman que este tratamiento reduce la carga viral en más de un 90%.
En ese sentido, Umaña dijo que en el Seguro se emplea una combinación de ambos tratamientos, creados por científicos hondureños a fin de poder desinflamar el cuerpo del paciente.

Señaló que el protocolo Catracho únicamente es para hospitalización “porque contiene medicamentos delicados, muchos son intravenosos y requiere un monitoreo constante de exámenes”. Mientras el tratamiento Maíz no incluye ningún manejo laboratorial, no tiene medicamentos que van a dañar al cuerpo humano ni les crearán secuelas negativas.

Sin embargo, especialistas han advertido que las dosis deben ser indicadas por médicos, ya que se trata de microcidyn, ivermectina, azitromicina y zinc.

Mérito

“El mérito radica en la combinación de ambos tratamientos para reducir la carga viral”, señaló Umaña.

“Enriquecer el conocimiento médico es importante, en este momento vamos sobre la marcha y lo que se pretende es ofrecerle una esperanza al pueblo hondureño”, dijo.

Sostuvo que esos medicamentos no eliminan el virus, pues lo que hacen es bajar la carga viral, de manera que “es el cuerpo el que finalmente elimina el virus del COVID-19.

“Estos medicamentos lo que hacen es sostener el cuerpo y la vida, si la sangre se ralea y se les quitan los microcoágulos, el paciente sobrevive”, enfatizó Umaña.

El objetivo de este tratamiento es atender las necesidades de los enfermos de COVID-19 según la gravedad de los síntomas que presentan.
En tanto, la ministra de Salud, Alba Consuelo Flores, manifestó que con el inicio de la distribución del tratamiento para pacientes con COVID-19 se busca evitar que estas personas entren a una etapa crítica.

Ya inició la distribución de 22,000 tratamientos de Maíz y Catracho, el total a entregar son 160,000 a todas las regiones sanitarias y hospitales del país.

'El tratamiento va a estar disponible para toda la población que lo requiera y tenemos la confianza que nos va a ayudar a recuperar muchos pacientes que en este momento son confirmados sin sintomatología, con síntomas leves o moderados', explicó.

Agregó que 'aquí lo que queremos es evitar el congestionamiento de los hospitales, pues evitar también que nuestros pacientes entren en un estado crítico y hemos estado buscando ese mecanismo de cuáles son los medicamentos que pueden ayudar'.

La funcionaria pidió comprensión, ya que los fármacos llegarán poco a poco porque serán entregados en unos 1,600 establecimientos de salud del primer nivel y esto conlleva un grado de tardanza.

Además, afirmó que están haciendo una contratación masiva de recurso humano para que los establecimientos de salud estén en capacidad de atender la demanda de pacientes de COVID-19.