25/04/2024
12:48 AM

Alcaldes se las ingenian para librar su lucha contra el Covid-19

Resienten falta de insumos para combatir el virus, ya que manejan casos sospechosos y confirmados.

Tegucigalpa, Honduras.

Varios municipios de tierra adentro de la zonas sur y centro de Honduras libran una lucha solos contra el COVID-19. Alcaldes de municipios de Francisco Morazán, Comayagua y Choluteca aseguran que para enfrentar la pandemia, el único apoyo que han tenido es el de la Secretaría de Salud.

Las autoridades locales junto con sus comunidades han implementado mesas intersectoriales, plataformas con datos para controlar quiénes ingresan y salen de sus municipios, redes de solidaridad entre pobladores y han buscado espacios para montar los centros de aislamiento. Para el peor de los escenarios tienen localizados los terrenos donde sepultarán a quienes fallezcan por COVID.

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Sí, aseguran que les llegaron los fondos para la compra de las bolsas solidarias, pero equipo de bioseguridad, medicamentos o el apoyo del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo (Sinager), en algunos municipios no se ha visto. “Lamentamos que estamos aislados de Sinager, no nos han tomado en cuenta. El único apoyo ha sido del gobernador de Francisco Morazán y la Región Metropolitana de Salud, pero no contamos con Sinager”, dijo Jorge Sanders, alcalde de Santa Ana, Francisco Morazán.

3 CLAVES DEL TRABAJO COMUNITARIO
1. PLATAFORMAS DE DATOS
Implementan en algunos municipios para obtener los datos de las personas que ingresan en las comunidades como medida para hacer un rastreo en caso de detectarse casos positivos.
2. GRUPOS DE SOLIDARIDAD
Establecen en las comunidades de algunos municipios de Francisco Morazán para que pobladores sean de apoyo y no estigmaticen ni rechacen a pacientes positivos.
3. MESA INTERSECTORIAL
Un modelo para el trabajo coordinado que en el departamento de Valle ha creado la Región de Salud para aglutinar a todas las organizaciones en la lucha contra el COVID.

Han creado sus propias estrategias para dar la batalla pese a carencias sanitarias

Realidades.

En algunos alcaldes aflora la impotencia, pese a que aseguran haber gastado horas en reuniones con autoridades departamentales. A la hora de enfrentar casos positivos de COVID-19 se han visto solos y les ha tocado ingeniárselas para atender los contagios en sus comunidades. Esas decisiones en algunos casos incomodan a algunos de los pobladores y empresarios, pero dicen que lo primero es la salud de la gente.

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casos positivos encendieron las alarmas en Santa Ana, Francisco Morazán, tres empleados de una azucarera y dos de la Policía Municipal de Tegucigalpa, se confirmó que contagiaron a sus familias. La Alcaldía contrató dos médicos y dos enfermeras para atender los casos.

“Nos han hecho responsables del manejo de sospechosos, de traslados de cadáveres, de tener un cementerio; dan las responsabilidades, pero no nos dan equipo para hacer frente a esto. Necesito las armas, nos están preparando para enterrar a toda la gente, pero no para prevenir la enfermedad”, dijo Nestor Mendoza, alcalde de La Villa de San Antonio en Comayagua.

Pese a los llamados que el alcalde Mendoza ha hecho para que le apoyen tras la muerte de una clase II de la Policía en su municipio, no le ha llegado el equipo de bioseguridad para el personal de salud y municipal. “Voy a librar la batalla, yo voy a luchar. No tenemos centro de aislamiento porque no tenemos fondos, si nos dijeran que nos mandan fondos para equiparlo, tener alimento, personal y trajes, lo montamos. Tengo el terreno para el cementerio, pero las personas me piden los trajes para sepultar la gente y no los tengo”, dijo Mendoza.

En Marcovia, Choluteca, el alcalde José Naúm Cálix asegura que tomó la decisión de cerrar Monjarás por tres casos positivos de COVID-19, que lo obligaron a decretar el cierre hasta el 31 de mayo. Tuvo el apoyo de la banca y el comercio para paralizar el poblado más grande del municipio. “Monjarás es la capital económica del municipio, tres casos positivos nos obligaron a tomar la medida, no colaboraron, entonces Salud nos pidió tomar la medida para evitar males mayores. Estamos apoyando con las raciones de alimentos y esperamos que se les hagan las pruebas para reabrir”, dijo Cálix.

Pero al alcalde le ha tocado también apoyar a pequeños comerciantes como los canecheros que viven del día a día. A ellos semanalmente les compra 500 cangrejos que los reparte en los poblados más pobres del municipio para que la gente tenga qué comer y los vendedores el ingreso que dejan de percibir por la cuarentena.

“Toca buscar opciones para ayudar a todos. Con la empresa privada y fondos propios estamos atendiendo a 14,000 familias con alimentos. Aquí se ve la necesidad porque es un municipio que vive de remesas y con esta pandemia muchos hondureños o están contagiados o perdieron sus empleos en Estados Unidos y no mandan la ayuda a las familias”, explicó el jefe edilicio.

Redes.

La Mesa Intersectorial para el COVID-19 es un ejemplo de integración de todos los sectores gubernamentales y privados que está dando buenos resultados en Valle para unificar esfuerzos en el combate contra el virus.

Juan Pablo Cerrato, jefe de la Región de Salud en Valle, detalla las medidas que les han ayudado en la coordinación para atender un caso en Aramecina, seis en Goascorán, 40 en Langue, tres en San Lorenzo, tres Nacaome y uno en Alianza. “La coordinación ha sido efectiva con la mesa intersectorial y trabajamos en tres líneas: manejo y control epidemiológico, comunicación, educación y prevención de COVID, y la reapertura económica para cuidar los empleos y la seguridad alimentaria. Solo con los alcaldes hemos tenido dificultades para el trabajo conjunto”, explicó Cerrato.

En los municipios, los alcaldes están enfocados más en el control de ingreso en las comunidades y la entrega de las bolsas solidarias, explicó el jefe de Salud.

Por ahora en Valle la atención se focaliza, además, en supervisar los negocios para constatar que apliquen las normas de bioseguridad y educar a la población en el uso de mascarilla. También, en los controles de los puntos fronterizos, y de todos los municipios, Langue es el que más preocupación genera. “Langue es nuestro reto porque hay una cultura negativa en la población, es una negación a la existencia del virus. La gente está adoptando medidas contrarias y es una lucha para el trabajo en Salud” dijo.

Medidas.

En todos los poblados, las municipalidades han implementado los puntos de control en las entradas a las comunidades, donde desinfectan vehículos, los zapatos de las personas y toman temperatura. Para el caso, en Santa Ana, Francisco Morazán, además se anota el nombre de quienes ingresan como medida para identificar contactos de los pobladores. En Ojojona, los comerciantes han tomado otras medidas y han instalado divisiones forradas con plástico en abarroterías y pulperías para evitar el contacto directo con los clientes y tienen señalizado para que se cumpla el distanciamiento a la hora de comprar.