La decisión de las autoridades de Nicaragua de cerrar las fronteras para la entrada de cítricos hondureños ha provocado no sólo el malestar de los productores sino también las primeras pérdidas monetarias, según autoridades del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria, Senasa.
El titular de la institución, Heriberto Amador, indicó que el impedimento para entrar al mercado nica “significa pérdidas de dos millones de lempiras mensuales, que es lo que genera nuestra exportación al mercado de Nicaragua”.
La situación comercial con Nicaragua no ha sido la más óptima en los últimos meses, ya que hace apenas unas semanas se reclamó por la importación de huevos catrachos, una acción avalada por el gobierno nica, aunque eso no impidió el reclamo de los industriales avícolas de aquel país, que incluso acusaron de prácticas anticompetitivas a sus pares hondureños.
Esta semana se anunció que los productores de naranjas nacionales estaban teniendo problemas para ingresar su producto a Nicaragua.
Amador indicó que ya se trabaja en solucionar este ‘impasse’ y que los productores vuelvan a vender sus productos (naranjas, mandarinas y limones) en Nicaragua, donde tienen una alta demanda. Irónicamente, publicaciones periodísticas de aquel país, esta semana, indican que los consumidores se están quejando por los altos precios que han alcanzado los limones en los mercados.