Los gerentes nuevos a menudo pasan gran parte de su tiempo resolviendo problemas inesperados y asegurándose de que sus grupos hagan su trabajo a tiempo, apegándose al presupuesto y a los estándares.
Quizás se sientan desesperadamente fuera de control porque lo que es urgente, el trabajo diario, secuestra a lo que es importante: su trabajo en curso como gerentes y líderes.
Entonces, cuando instamos a los nuevos gerentes a enfocarse en tres actividades clave para desarrollar su habilidad de liderazgo, a menudo se resisten porque piensan que acabamos de agrandar aún más sus listas de cosas por hacer. Pero los líderes fuertes y eficaces administran y lideran a través de su trabajo cotidiano.
Definen, asignan, estructuran, hablan de, revisan y generalmente guían ese trabajo. Son maestros en usar el trabajo diario y sus inevitables crisis para realizar su trabajo como líderes y gerentes.
¿Cuáles son esas actividades clave y cómo logran realizarlas los gerentes exitosos?
FORJAN CONFIANZA

FORMAN UN EQUIPO

Explican sus decisiones en estos términos. Inmediatamente señalan a los miembros del equipo que violan las reglas de participación, tratando a los demás de manera poco respetuosa, por ejemplo, o a los que anteponen sus intereses personales sobre los del equipo.
Forman una red

Conscientemente abordan los problemas que involucran a otro líder de grupo en una forma tal que resuelve el problema y fomenta una relación de largo plazo. Comparten información proactivamente con gente externa que se beneficia de ella.
Una vez que los gerentes nuevos aprenden estas lecciones, ven su trabajo diario de forma distinta.
Para cada actividad nueva, para cada problema inesperado, se toman un momento para dar un paso atrás y preguntarse: ¿Cómo puedo usar esto para fomentar la confianza? ¿Para formarnos y reforzarnos como equipo? ¿Para expandir nuestra red y fortalecerla?