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Aumenta demanda de trabajadores en la economía digital

  • 06 mayo 2019 /

Un creciente porcentaje de personas con estudios superiores no puede encontrar empleo como profesional y termina empleándose en otras ocupaciones.

    Tegucigalpa, Honduras.

    El cambio tecnológico está transformando profundamente las ocupaciones y las habilidades que requiere el mercado laboral. Así se señala en el estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) “El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe”.

    El estudio muestra que, en América Latina y el Caribe, una gran parte de las ocupaciones que más crecen están relacionadas con la economía digital o con servicios personales.

    A su vez, cae el empleo en las ocupaciones que más fácilmente pueden reemplazarse por la acción de las máquinas, como por ejemplo opera­rios, trabajadores de reparación y mantenimiento. La publicación resalta que en la región no se detecta un crecimiento de la demanda de trabajadores con mayor nivel de educación ni se está dando la polarización salarial que se han mostrado en las economías avanzadas.

    Carmen Pagés, jefa de la División de Mercados Laborales del BID, dice que al contrario, los salarios relativos en las ocupaciones asociadas al conocimiento han subido a un ritmo inferior al de ocupaciones manuales, tales como personal en el cuidado de terceros o trabajadores de la construcción. De hecho, un creciente porcentaje de personas con estudios superiores no puede encontrar empleo como profesional y termina empleándose en otras ocupaciones.

    Tecnología

    La publicación indica que la tecnología está impulsando la creación de nuevas fuentes de información que permiten comprender mejor cuáles son las habilidades y ocupaciones más demandadas y cómo las personas pueden reorientar su carrera profesional y pasar de una ocupación a otra.

    Dos ejemplos de ello son los cambios en el sector bancario y la industria de los automóviles. En el primer caso, la llegada de los cajeros automáticos parecía presagiar el fin de los empleados de banca. Sin embargo, esto no fue así. A medida que más y más oficinas iban incorporando cajeros, los empleados de la banca fueron adoptando nuevas funciones y tareas, pasando de hacer pagos o expedir dinero, a gestionar créditos y portafolios de inversiones para sus clientes.

    Los desafíos
    1. Identificar lo que el mercado requiere es una condición necesaria para construir un sistema de educación y capacitación que facilite trayectorias de aprendizaje y laborales exitosas.

    2. La región no puede quedarse al margen de estos cambios, si aspira a mejorar su productividad, un crecimiento sostenido y obtener ganancias en la calidad del empleo.
    En el caso de la industria de los automóviles, su producción se ha transformado radicalmente. De tener cientos de personas en las líneas de producción, ensamblado partes mecánicas, ahora existen robots que integran vehículos de gran complejidad e ingenieros y trabajadores que supervisan la cadena de valor trasnacional, así como la logística para la entrega de vehículos al consumidor final.

    Como resultado, los autos de hoy en día tienen más circuitos y líneas de código que los primeros vehículos enviados al espacio, son producidos en una fracción de tiempo mucho menor, y son relativamente mucho más baratos.

    En ambas industrias, la bancaria y la automotriz, sigue habiendo personas trabajando e, incluso, en algunos países el empleo en estos sectores es mayor hoy que en el pasado .

    Entre las 20 habilidades que más aumentan en el promedio de Brasil, México,Chile y Argentina están directamente relacionadas con el desarrollo de tecnologías.

    En orden de importancia, están el manejo de herramientas de desarrollo web y de software, conocimientos de tecnologías de almacenamiento de datos, desarrollo de aplicaciones para móvil, ciclo vital del desarrollo de sistemas, interacción persona-computadora, prueba de software, inteligencia artificial, computación en la nube y computación científica.

    El estudio del BID menciona que el crecimiento en la demanda por habilidades digitales en Brasil parece ser menor en comparación a los tres países citados