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El origen de las franquicias Matambritas y CocoBaleadas

  • 30 noviembre 2017 /

Coco-Baleadas se ha combinado con los sentimientos nostálgicos de los hondureños que residen en Miami y Matambritas ofrece un producto gourmet en un ambiente moderno y a un precio accesible

Tegucigalpa, Honduras.

El origen de las grandes franquicias generalmente es como un pequeño negocio familiar. Desde un pequeño local en la colonia Alameda en Tegucigalpa, una empresa se abrió hacia Miami, Estados Unidos.

Se trata de la empresa Alimentos del Istmo, propietarios de tres marcas, dos de ellas ya son franquicias. La primera fue CocoBaleadas, creada en el seno familiar “como un proyecto en el que se integraron distintas ideas.

Empezamos en 2008 en un pequeño local en el cual no se podían atender más de 12 personas a la vez”, recuerda Samuel Dacosta, uno de los fundadores y gerente general de Alimentos del Istmo.

La fórmula era original y “catracha”. Tortilla con leche de coco, frijoles y salsa. Cuatro años después la segunda marca, que también franquiciaron: Matambritas.

En este negocio se ofrece hamburguesas, alitas y costillas BBQ preparadas por chefs. “El objetivo era demostrar que la comida que se sirve en un centro comercial no tiene que ser una experiencia de comida rápida”, apuntó.

En el caso de Matambritas dice que “es la sorpresa de lo no esperado”. Es un concepto en el que se involucraron “y nos cambió la vida”.

La propuesta ha tenido una alta aceptación entre el público, lo que les obligó a fortalecer la marca y hacerla crecer.

Pero no todo ha sido color de rosa. Durante la crisis política que afectó Honduras en el año 2009 sus locales de Alameda y Próceres cerraron y con ello sufrieron grandes pérdidas económicas.

Además, en el proceso de crecimiento se encontraron con obstáculos cuando quisieron abrir locales en los grandes malles de la ciudad. “Nos dijeron que la baleada era un concepto de calle”.

Foto: La Prensa

Matambritas es una propuesta ha tenido una alta aceptación entre el público
Pero eso no les desanimó.

“Lo que hicimos fue hacer un estudio (de mercado) y detectamos que habían varios huecos que se podían llenar en ese mercado, y buscamos los mecanismos para colocar restaurantes en los que se sirviera una baleada de manera más rápida, más sencilla y más completa, comidas con el toque hondureño y sabores extranjeros”.

Con esa claridad se establecieron en centros comerciales y empezaron a franquiciar las marcas.

El ejecutivo dijo que el éxito de sus marcas les ha facilitado el proceso de franquiciarlas tanto en Honduras como en los Estados Unidos y explicó que al ceder el uso de la misma a un tercero para que la desarrolle, “lo que buscamos es ampliar nuestras marcas, buscamos candidatos con quienes podamos llegar al territorio nacional con nuestras marcas”.

Prueba de ello es CocoBaleadas en Miami, franquicia que está en manos de una hondureña que aparte de vender las baleadas, siguiendo las estrictas reglas del franquiciador, sirve los frescos en bolsa con una pajilla, un sentimiento nostálgico para muchos hondureños.

Hoy en día cuentan con 14 restaurantes CocoBaleadas que operan a nivel nacional, dos en Tegucigalpa son corporativos y 12 franquiciados.

Además tienen nueve locales de Matambritas en el país, el que funciona en el sector de Los Próceres en Tegucigalpa es corporativo y los otros ocho son franquiciados.

Dacosta dijo que la idea de emprender el negocio de comidas ha sido sembrado en sus mentes y corazones por su madre.

“Hay dos cosas que nutren el espíritu humano: la comida y el anhelo de libertad, ya sea emprendedurismo, ideologías políticas o religiosas, el sentimiento de libertad es el que nos mueve a todos al final del día”.