Tegucigalpa. Una de las promesas que constantemente ha hecho la nueva directora del fisco, Miriam Guzmán, es la ampliación de la base tributaria, lo que pasa inevitablemente por incluir entre los contribuyentes al comercio informal.
Esta es la apreciación de varios exfuncionarios de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI), quienes consideran que se debe obligar a este segmento de la economía entre los contribuyentes del fisco. Los expertos fiscales consultados sostienen que uno de los retos de la gestión que encabeza Guzmán será aumentar la “base de contribuyentes” o “universo de contribuyentes”, o se las personas sujetas al pago de impuestos y tasas.
¿Adónde identificar a esos nuevos contribuyentes?, se les consultó a los entrevistados, quienes de inmediato responden que el sector informal de la economía es donde se encuentra la mayor parte de personas naturales y jurídicas que no tributan al fisco, los que son propietarios de bodegas, viven en sectores residenciales y son dueños de lujosos vehículos.
El producto interno bruto (PIB) en términos nominales se espera que alcance L386,706 millones en el presente año, mientras las recaudaciones de impuestos revisadas para 2013 ascienden a 55,873.5 millones de lempiras. Lo anterior significa que por cada lempira que se mueve en la economía, el fisco apenas recauda menos de 15 centavos. Los entrevistados subrayan que hay una serie de normas legales, entre ellas la Ley de Municipalidades, que permite a la DEI establecer convenios de cooperación con alcaldías y otras instituciones públicas para el cruce de información, lo que contribuirá a elevar el universo de contribuyentes.
De lograrse ese objetivo, la DEI incrementaría las recaudaciones en el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y en el Impuesto Sobre Ventas (ISV), que representan el 70% de los ingresos tributarios totales.
Aumento a puro paquetazo
De 2010 a 2013, las recaudaciones de impuestos aumentarán de L43,180.9 a L55,873.5 millones, con un incremento de L12,692.6 millones, lo que se explica -en gran parte- por la aprobación de ocho paquetazos fiscales en la administración de Porfirio Lobo Sosa.
