Mantener en vigencia el decreto que obliga a la aplicación de la norma de los 60 grados es el objetivo que persiguen los distribuidores de combustibles.
Miembros de la Asociación Hondureña de Distribuidores de Productos de Petróleo, Ahdippe, encabezados por su presidenta, Sarahí Silva, comenzaron ayer una campaña que, entre otros aspectos, incluyó la repartición de hojas volantes en las que se hace un llamado a la población para que apoye la aplicación de la norma.
“Estamos haciendo una socialización de la Ley de los 60 grados, que en esencia es una corrección que se hace por factor de temperatura en los combustibles, pues la temperatura normal, de acuerdo con la norma internacional, es de 60 grados” explicó Silva.
La dirigente añadió que han llevado el caso hasta al Congreso Nacional a fin de impedir la derogación de la Ley de los 60 grados, lo que, según Silva, estaría siendo promovido por las empresas petroleras transnacionales.
“El asunto está en este momento en la Comisión de Energía del Congreso y esperamos que el proyecto de ley empiece a ser discutido por el Congreso”, dijo Silva.
La aplicación de la norma significa un descuento de 40 centavos de lempira por cada galón de combustible que se compra en las estaciones de servicio. De acuerdo con la presidenta de Ahdippe, el decreto no implica que el combustible vaya a bajar de precio, sino que evita que el aumento sea mayor, pues el precio que el consumidor paga en bomba lleva incluido el descuento de 40 centavos.
Cohpetrol
María Eugenia Covelo, directora ejecutiva del Consejo Hondureño de la Industria Petrolera, Cohpetrol, manifestó que la norma de los 60 grados “realmente no beneficia a los consumidores”, agregando que “el distribuidor entrega lo que el gasolinero pide, y esa es la cantidad que vende”, enfatizando que “no hay pérdida de combustible”.
Para poder surtir combustible a 60 grados se requiere de un equipo especial que mantenga la temperatura del combustible. Irónicamente, la mayoría de las estaciones carecen de ese equipo, por lo que el beneficio se da en el precio y no en el volumen que se despacha.