Honduras no posee minas de hierro, pero este metal, junto a cantidades menores de cobre o aluminio, figura mes tras mes en la lista de productos más exportados, llegando a mover, según algunos cálculos, unos 4 millones de dólares al mes.
Existe toda una industria que procesa los materiales de desecho y los convierte en producto de exportación. Aunque los recolectores que viven de esta actividad se cuentan por miles, hay sólo entre cuatro o cinco grandes compradores de desechos que manejan cantidades importantes, algunos de los cuales se encuentran en los alrededores de San Pedro Sula.
George Gatlin, gerente de Invema, una de las grandes empresas de este segmento, refiere que la industria del reciclaje de hierro ha recuperado el auge que experimentó hasta 2008, cuando los precios de la tonelada de hierro cayeron hasta la quinta parte de su valor anterior a la crisis financiera internacional, lo cual hizo caer la demanda de este producto en el mercado mundial.
“La industria tuvo su apogeo en el 2008, antes de la crisis, cuando se movían entre seis y siete mil toneladas al mes; (ahora) el mercado ha vuelto a repuntar. En 2008, la tonelada de hierro para exportación andaba en quinientos dólares, para finales de ese año, cuando ya se había dado la crisis, bajó a cien dólares la tonelada”, comenta Gatlin.
En la actualidad, sin embargo, aunque el precio ha subido considerablemente, más lo ha hecho la demanda del metal. “Ahora el mercado ha subido de nuevo y la tonelada de hierro se cotiza en cuatrocientos dólares. Actualmente se mueven unas diez mil toneladas al mes entre todas las empresas que se dedican al reciclaje”, agrega Gatlin.
Casi la totalidad de esta demanda procede de países de la región asiática, como India, Vietnam, Tailandia, Taiwán y China Continental, que por años prácticamente acaparó el suministro mundial de hierro para utilizarlo en megaproyectos como el de la represa de las Tres Gargantas.
“Hay demanda de metal en Asia, y pareciera que el mundo no tuviera suficiente materia prima de hierro crudo para saciar esa sed de crecimiento económico en esa parte del mundo. Y el costo de procesar el hierro crudo y convertirlo en producto terminado es más caro que agarrar chatarra y hacer el producto terminado, por lo que creemos que la demanda no se va a reducir en por lo menos los próximos 15 años”, pronostica Gatlin.
Viviendo del reciclaje
La relativa facilidad para conseguir el material y la poca inversión requerida para dedicarse al negocio ha hecho que muchos se dediquen a la actividad de recuperar desechos metálicos para luego venderlos a las recicladoras.
Genry Aguilar, quien anteriormente se dedicaba a la venta de productos lácteos, comentó que lleva un año manteniendo sus necesidades y las de su familia con lo que gana de la recolección de hierro. “La mayoría del material que recogemos es hierro; recogemos el material en los pueblos, las aldeas, los talleres y hasta en solares baldíos”, dijo Aguilar, a quien le va mejor realizando esta actividad que con la venta de quesos que realizaba antes.
La diligencia con la que realizan su labor, que de paso contribuye a tener un medioambiente con menos desechos, es tal que el material escasea por momentos, según afirmaron algunos de los recolectores consultados, de lo que se desprende que esa situación tendería a hacer crecer su precio.
“Recogemos unas 1,000 libras de hierro diarias, y la mayoría las hacemos compradas, aunque algunas las conseguimos regaladas”, indicó Aguilar.
Por otra parte, la Secretaría de Industria y Comercio, SIC, a través del Centro de Exportaciones, Centrex, lista las exportaciones de hierro entre los 10 primeros productos que se envían al mercado mundial, si bien las cifras que la SIC ofrece son un tanto menos generosas que las que ofrecen los recicladores.
De acuerdo con Heidy Caballero, de Centrex, en el período comprendido entre enero y julio de este año, se exportaron en promedio 954,873.5 kilogramos de hierro, generando 396,792.4 dólares en exportaciones mensuales.
Para los más de 10,000 recolectores registrados de desechos metálicos, el auge de este mercado representa su medio de vida en medio de una economía en la que escasea el trabajo.