Las remesas familiares, que sumarán este año $4,100 millones, deben ser consideradas como un alivio pasajero para la pobreza, mas no como un sustituto de las políticas públicas destinadas a fomentar el crecimiento de los países.
Estas divisas son el principal sostén de la tercera parte de los hogares hondureños, en su mayoría desintegrados a causa de la migración irregular de uno de sus miembros.
En busca de soluciones, el proyecto regional Confío/Picmca surge como una plataforma de trabajo para abordar las causas fundamentales de la migración y la falta de conciencia en torno a los peligros de la migración irregular.
La iniciativa, implementada también en México, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, es financiada por el Gobierno de Canadá y ejecutada por Christian Children’s Fund of Canada, en alianza con Educo y ChildFund International en su ejecución para Honduras.
Como piloto, el proyecto será ejecutado en El Progreso, Cortés y Choloma, bajo los componentes de protección infantil, ampliabilidad del emprendimiento y protoganismo juvenil, con participación activa en los principios de concertación social.
“Conforme a los datos de migrantes retornados, los municipios seleccionados en este proyecto reportan altas tasas de migración irregular entre niños y adolescentes”, explica Amara Martínez, coordinadora de Confío en Honduras.
De igual manera inciden la falta de oportunidades de desarrollo socioeconómico y los altos índices de criminalidad, que provocan en los jóvenes la necesidad de desplazarse internamente o fuera del país.
La iniciativa regional, prevista para desarrollarse desde 2017 hasta 2020, atenderá en los cinco países a 237,000 personas directas y 495,000 beneficiarios indirectos. En Honduras unos 1,2000 jóvenes directos más sus familias.
“Los jóvenes ven la migración irregular como un mecanismo de empleabilidad y apoyo económico a sus familias”, afirma Martínez sobre otra de las causas de este fenómeno.
El proyecto trabajará de la mano con centros educativos, sector privado y organismos de Gobierno e internacionales buscando alianzas que potencien los componentes planteados.
Pese a ello, los coordinadores del proyecto son conscientes de que será un reto cambiar las causas estructurales de la migración en Honduras.