Nadie contaba con ellos, pero Eslovaquia dio ayer la primera gran sorpresa del Mundial al doblegar 3-2 a la campeona del mundo Italia y avanzar a la segunda ronda.
Eslovaquia, debutante en los mundiales, se presentó en Sudáfrica como una de las cenicientas del Grupo F, en el que todas las apuestas daban como favoritas a Italia y Paraguay.
La selección sudamericana cumplió los pronósticos. La italiana, no. Ahora Eslovaquia se medirá probablemente a Holanda en los octavos de final.
“Hemos demostrado que no estábamos aquí de vacaciones”, dijo el delantero eslovaco Erik Jendrisek.
“No tenemos nada que perder”, añadió Robert Vittek, que anotó dos goles frente a Italia. “Ya hemos dado la sorpresa una vez y queremos volver a darla”.
El resto de jugadores eslovacos decidieron no hablar con la prensa en señal de apoyo a su técnico Vladimir Weiss, muy criticado por los medios de comunicación locales tras la derrota 2-0 ante Paraguay la semana pasada.
“Hemos transformado un equipo fuertemente criticado en el pasado”, dijo un feliz Weiss. “Era un día difícil para nosotros. Estábamos bajo mucha presión”.
Pero Eslovaquia encontró el camino. Empató 1-1 en su debut en Sudáfrica contra Nueva Zelanda. Cayó ante Paraguay y se impuso a Italia en el Ellis Park de Johannesburgo.