13/11/2024
08:08 PM

La fe y la religión no están reñidos con el Mundial

¿Los caminos al cielo pueden conducir también a la victoria en el mundial de fútbol? Musulmanes o cristianos, numerosos jugadores no esconden su fe religiosa, y tanto la muestran en los campos de juego, como aprovechan para rezar en los hoteles o en espacios acondicionados a tal fin.

    ¿Los caminos al cielo pueden conducir también a la victoria en el mundial de fútbol? Musulmanes o cristianos, numerosos jugadores no esconden su fe religiosa, y tanto la muestran en los campos de juego, como aprovechan para rezar en los hoteles o en espacios acondicionados a tal fin.

    'En 2002, rezamos para que el equipo que alabase más al Señor se convirtiera en campeón del mundo. Y eso nos ayudó', explica el defensa brasileño Lúcio, quien hace cuatro años, tras la victoria de los 'auriverdes', vestía una camiseta con la inscripción 'Jesús loves you'.

    Entre los jugadores procedentes de países muy católicos es muy común que se persignen al entrar al campo de juego.

    Los portugueses, por ejemplo, instalaron su cuartel general en las proximidades del magnífico monasterio medieval de Marienfeld, oeste. De mañana, mientras sus pupilos todavía duermen, su entrenador, el brasileño Luiz Felipe Scolari, 'Felipao', se acerca al lugar para meditar.

    Para los muy religiosos 'Hijos del desierto' saudíes, orar era esencial durante la competición, pero a diferencia de los tiempos normales en que tienen que elevar cinco plegarias diarias, razones deportivas mediantes, durante el Mundial se contentaban con tres.

    En las habitaciones de su hotel en Bad Nauheim (centro-oeste de Alemania), fueron instaladas pegatinas en techos y muebles indicando la dirección de La Meca. Además, los responsabls del establecimiento tuvieron la precaución de guardar las Biblias que pone a disposición de sus clientes en los cuartos.

    Sus correligionarios iraníes, que al igual que los saudíes no superaron la primera ronda del torneo, disponían también de espacios especiales para sus rezos, acondicionados en su campo base de Friedrichshafen (suroeste), por pedido de las autoridades de Teherán.

    Pero las plegarias también pueden practicarse en los recintos deportivos. Los estadios de Berlín y Gelsenkirchen están equipados con capillas, donde los jugadores pueden recogerse alejados de los aficionados y el barullo.

    Las capillas en cuestión provocaron esta semana un conato de polémica, a causa de que la Federación Internacional de Fútbol, Fifa, había decidido cerrarlas, para no herir la sensibilidad de aquellos futbolistas de otras confesiones que no sean cristianas.

    'Se puede denominar a eso prudencia excesiva, pero no queremos poner de relieve ninguna religión en particular', había explicado a este respecto el vicepresidente del Comité de organización del Mundial, LOC, Wolfgang Niersbach.

    Ante las protestas de las Iglesias cristianas, que argumentan que esas capillas pueden servir de lugar de recogimiento para todos los creyentes, cualquiera sea su fe, la Fifa finalmente decidió dar marcha atrás el viernes, y reabrió los locales para los fieles con botines.

    Pero, si bien la fe mueve montañas, evidentemente ésta no asegura la victoria. 'O rei' Pelé ha afirmado en más de una ocasión que 'nunca rezó para ganar o marcar un gol'.

    'Después de todo, Dios no sólo ama a los ganadores, sino también, y en particular, a los perdedores', había señalado a a la prensa antes del comienzo de la competición el pastor Hans-Georg Ulrichs, el 'Señor Copa del mundo' de la Iglesia protestante alemana. 'Dios no se deja resumir en 'dios fútbol'. El fútbol no es una religión, es un 'apetito' para la vida'.