Fiesta lusitana

Habrá fiesta lusa en los octavos de final en el Mundial. Los portugueses certificaron su pase derrotando 2-0 a una apática selección de Irán que con ese resultado se despidió de Alemania, jugará su último partido contra Angola y luego le tocará ver el resto de la copa del mundo por televisión.

Un gol desde fuera del área de Deco y otro de penalti, convertido por Cristiano Ronaldo tras un derribo a Luis Figo, sirvieron para acabar con una selección de Irán sin apenas mordiente ofensiva.

Mucho se había hablado en los días previos al Mundial del avance del fútbol iraní y de que podía convertirse en una de las sorpresas de torneo, pero ni ante Portugal ni en la primera jornada ante México exhibió el fútbol que aventuraban sus técnicos.

A diferencia del partido ante México, en el que Irán empezó bien, frente a Portugal su centro del campo anduvo perdido hasta bien entrado el partido. Luis Figo y Miguel Brito martirizaban a la defensa iraní con sus internadas. Un pase de Figo a Deco fue aprovechado por el jugador del Barcelona para, desde fuera del área, abrir el marcador de un formidable disparo que se coló por la escuadra derecha. Pese a su corto bagaje ofensivo, Rasoul Khatibi tuvo el empate en sus botas a los tres minutos de entrar en el campo, pero cruzó en exceso el balón ante la salida de Ricardo.

Un penalti cometido sobre Figo fue transformado en gol por Cristiano Ronaldo a falta de diez minutos para el final.

Sin más sobresaltos, Portugal se hizo con el pasaporte a octavos de final del Mundial gracias a un partido en el que brillaron con luz propia Deco, Cristiano Ronaldo y Figo, que ha estado presente en los tres goles marcados por su equipo hasta ahora en el Mundial.