Italia pasó a semifinales en una agónica tanda de penaltis que desniveló Andrea Pirlo con su genialidad, al lanzar el tercer penalti de Italia de 'Panenka' cuando su equipo estaba por detrás.
Su arriesgado gesto técnico inyectó moral a sus compañeros tras el fallo de Montolivo e Italia consiguió remontar la tanda gracias al error de Young, la parada de Buffon a Ashley Cole y a la sentencia de Diamanti (2-4).
Pirlo explicó el por qué de su decisión después del partido: “Vi al portero muy motivado -dice sobre Hart-, con la cara muy alegre, y pensé en hacerlo para meterle más presión y quitarle confianza”. Y lo consiguió arriesgándose al ridículo en caso de fallo.
El 'Panenka' de Pirlo ha dado la vuelta al mundo, por el momento y por la clase en la ejecución. 'Una obra de arte', tituló ‘La Repubblica’. “El coraje de Pirlo lo cambia todo, fue un disparo atrevido”, decía.
“El penalti de Pirlo fue una burla a su majestad la reina de Inglaterra”, recordaba La Gazzetta dello Sport.
En Inglaterra, se rindieron a Pirlo pero también se acordaron de Paul Scholes. “Pirlo hizo bailar a Italia a su ritmo', comentaba The Independent. “Es la figura calmada en un equipo que prioriza la precisión y la paciencia”.
