Diego Forlán es el líder de Uruguay. El “capo” celeste. Algo así como la prolongación en la cancha del técnico Óscar W. Tabárez.
El artillero de 31 años es para muchos el mejor jugador de la historia reciente de Uruguay. No sólo es una estrella del fútbol europeo en el Atlético de Madrid, sino que además ha triunfado con la selección.
Forlán rompió el maleficio que perseguía a grandes futbolistas uruguayos como Álvaro Recoba o Rubén Sosa, que jamás llevaron a la Celeste tan lejos en una Copa del Mundo.
De momento, y por primera vez en 40 años, Forlán ayudó a que Uruguay esté en los cuartos de final, donde hoy se medirá con Ghana en el estadio Soccer City de Johannesburgo.
“Obviamente si la gente lo piensa así, es espectacular”, dijo Forlán en una conversación con la AP, al referirse a la percepción de que es el mejor futbolista uruguayo de los últimos años. “Lo único que hago es jugar y tratar de seguir haciéndolo de la mejor manera. Disfrutar, nada más”.
El cañonero uruguayo ya disputó el Mundial de Corea-Japón 2002. Entonces era una joven promesa y logró anotar un gol, pero el equipo sudamericano no superó la primera fase.
En gran momento
Forlán regresó a los mundiales en Sudáfrica como un jugador consagrado. Bota de Oro europea en dos ocasiones y campeón de la Liga Europa con el Atlético.
La asignatura pendiente era la selección. Forlán es ahora la pieza sobre la que gira la Celeste de Tabárez. El vértice que une el talento, la juventud y la veteranía uruguaya. El técnico ha retrasado su posición, dejando a Luis Suárez solo en punta. Pero es Forlán el hombre que maneja al equipo y lleva la voz cantante, sobre todo en el ataque. “Forlán es el líder por naturaleza”, explicó el volante Álvaro Fernández.
“Es un poco el que tiene la voz de mando de la mitad de la cancha para arriba. Así que todos prestamos mucha atención a lo que él dice”.
El delantero se ha acoplado rápido y suma dos goles en el torneo. Su compañero Suárez, tres. Algo que no le preocupa, lo primero es el equipo.
“Me toca estar un poquito más atrás, tratando de llegar al gol”, señaló Forlán. “Si (Suárez) tiene que hacer más goles, que los haga y ojalá que podamos estar lo más arriba posible”.
Ese espíritu de sacrificio por la camiseta tiene cautivada a la afición uruguaya y también a Tabárez, un entrenador tranquilo y poco dado a los elogios individuales.
“Tenemos la suerte de tener un futbolista con la experiencia y la capacidad que tiene (Forlán) y esa voluntad de aportar al equipo”, dijo el timonel.
El equipo por encima de todo. Esa filosofía ha sido una de las claves del éxito. Y Forlán también tiene mucho que ver en ello. Junto con otros veteranos como Sebastián Abreu y el capitán Diego Lugano, se ha encargado de liderar a los jóvenes de la plantilla, en lo profesional y en lo personal.
Forlán es el cronista del buen ambiente que se vive en el seno del vestuario uruguayo y a través de su cuenta de Twitter ha compartido con sus seguidores varios momentos íntimos del plantel.
“Yo me encargó de fotografiar y grabar las imágenes y cuando tengo tiempo las subo a Internet”, comentó.
Ghana va por algo histórico
En el primer Mundial que se disputa en África, Ghana es el último de los seis seleccionados del continente que sigue en competencia.
Las “estrellas negras” intentarán convertirse en el primer equipo africano en meterse entre los semifinalistas, luego que Camerún perdió con Inglaterra en Italia 1990 y Senegal no pudo con Turquía en Corea-Japón 2002. Ghana y Uruguay se enfrentarán por primera vez en su historia.