Amílcar Burgos, instructor arbitral de Fifa (Federación Internacional de Fútbol Asociado) considera que el domingo el árbitro Benigno Pineda no anduvo en su tarde.
El exárbitro considera que Pineda “tuvo varios errores” en el juego que Olimpia y Real España empataron 2-2.
Destacó que las expulsiones de Mario Zanabria, entrenador de la máquina y Ariel Bustamante, preparador físico del club, están claras, porque estos invadieron la cancha. “Eso el reglamento indica que se debe expulsar al infractor”, señaló en una entrevista que brindó vía telefónica a GOLAZO.
En el primer gol de los albos y que algunos alegan que hubo falta, aclara que “más bien hay una mano de Ever Alvarado, y Benigno muy bien deja seguir la jugada que termina adentro del marco”.
En el 2-0 de dicho partido, Mario Martínez quedó en el césped tras un encontronazo con Juan Ramón Mejía, y Pineda no paró el juego y de ahí se originó la jugada que terminó con el tanto de Reynaldo Tilguath.
“Ahí lo que el árbitro hace es ver si no se trata de algo grave, por lógica lo descartó, el jugador se levanta y por eso la acción continúa”, explica.
Burgos acepta que hay dos penales claros que no se pitaron, el primero en el primer tiempo que fue una mano clara de Henry Bermúdez, defensa del Olimpia (cuando iban 0-0) y el siguiente de Hilder Colón sobre Carlos Wil Mejía en el segundo tiempo (cuando estaban 2-2).
“Lo que pasa es que el partido ya se le había ido de las manos y las acciones forman parte de una totalidad que refleja una ‘mala tarde’ de él en ese juego”.
Defendió a capa y espada al santabarbarense de las fuertes declaraciones de Osman Madrid, gerente deportivo del Olimpia, quien además pidió la renuncia de Burgos de la Comisión de Arbitraje. “Aquí el asunto es que Benigno se equivocó para ambo lados, no se trata de algo premeditado, sino de un mal partido. Lo que pasa es que en el caso de los árbitros no se puede hacer un cambio, como por ejemplo en el juego que se hace con un jugador que no está haciendo lo que el entrenador pide, permitió demasiadas entradas violentas”.
Ya defendiéndose de Madrid fue claro: “no soy el único integrante de la Comisión, soy instructor y cuando me piden recomendaciones para nombramientos las doy, mi función no es decidir quien pitará, estoy para enseñar. Ya sabemos que los jugadores y entrenadores pueden disculparse y siempre lo consiguen, menos los árbitros”, apuntó.
Pero el fin de semana lo del clásico moderno no fue lo único polémico. En San Pedro Sula, en el triunfo 1-0 del Motagua sobre Marathón, Georgie Welcome hizo un reclamo público aduciendo que hay “una persecución arbitral hacia mí”.
Sobre este tema, Burgos, quien fue por muchos años árbitro con gafete Fifa que representó a Honduras, analizó que no tiene sentido lo dicho por el delantero motagüense.
“El señor Welcome regresó a las canchas después de varias semanas de no hacerlo, antes apenas había jugado unos minutos tras su regreso de México, no se puede hablar de persecución, no tiene sentido porque no ha tenido regularidad como para hablar que en determinado tiempo se ha buscado perjudicarlo”.