El estadounidense Óscar de la Hoya comienza un nuevo capítulo en su vida. Tras colgar definitivamente los guantes, el ya ex boxeador de origen mexicano se dedicará por entero a sus negocios: a la 'marca registrada' en la que se ha convertido su nombre.
Hace tiempo que el 'Golden Boy', que anunció el martes su retiro definitivo de los cuadriláteros, es algo más que un deportista. Su empresa, Golden Boy Promotions, ocupaba cada vez más espacio en su vida, pero a partir de ahora será su principal preocupación.
Se acabaron el gimnasio, los 'sparrings' y las sombras. De la Hoya se dedicará de lleno al negocio de la promoción de nuevas estrellas como Víctor Ortiz o James Kirkland.
'La presencia de Óscar en la compañía es muy importante porque él es una marca registrada', aseguró a Ramiro González, director de comunicación de Golden Boy Promotions. 'Su nombre lo conoce todo el mundo y eso va a reactivar nuevos eventos de boxeo'.
En su despedida no faltaron figuras prominentes del mundo del boxeo, como Juan Manuel Márquez, Ignacio Beristain o Víctor Ortiz, ni celebridades como el actor Mickey Rourke o, por supuesto, su esposa, la cantante Millie.
No faltó tampoco el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villarraigosa, otro miembro de la comunidad mexicano-estadounidense de la ciudad californiana.
'Óscar de la Hoya ha dejado un legado imborrable dentro y fuera del ring. Este hijo del este de Los Ángeles ha hecho sentirse orgullosa a la ciudad, no sólo por sus diez campeonatos en seis divisiones, sino por nunca olvidar sus raíces y devolver algo a su comunidad', dijo Villarraigosa.
De La Hoya dedicará también gran parte de su tiempo a viajar por diferentes países como embajador del deporte de los guantes. 'Su misión es limpiar la imagen del boxeo, ponerla en una posición más fidedigna. Quiere resaltar que el boxeo es un deporte para pobres. Él recibía cupones de alimentos de pequeño y mira dónde está. Él es un claro ejemplo de que el deporte no es corrupto', afirmó González.
Las bolsas y las audiencias de las peleas del púgil angelino -contra hombres como Julio César Chávez o Floyd Mayweather- batieron records y le permitieron convertirse en el primer hispano en crear su propia compañía de boxeo.
Aunque los millones que generaban sus combates ya no formarán parte de los ingresos de la empresa, De la Hoya no va a quedarse en casa sentado.
'Estará ahí para promocionar a los nuevos boxeadores y para dar entrevistas sobre ellos. La diferencia es que esta vez ya no hablará más de su carrera, sino de la de otros', aseguró su socio comercial, Richard Schaefer.
'Óscar tiene muchos proyectos. Se va hacer cargo de todas sus inversiones', añadió González, su responsable de comunicación.
De la Hoya pretende también levantar un 'gigante dormido' tras adquirir la propiedad de 'Ring Magazine', la revista más antigua de boxeo, de la que quiere hacer una edición en español. Golden Boy Promotions tiene también una cadena de revistas de lucha libre.
Además de promotor de boxeo, el ex púgil está muy involucrado en el mundo del fútbol, ya que es accionista del equipo Houston Dynamo, varias veces campeón de la MLS.