Abogan por la diversión sin etiquetas   

'El juego es una herramienta de desarrollo que requiere imaginación y creatividad; si estereotipamos los juguetes, sólo se desarrollará una parte de la personalidad', dice Gabriela Delgado.

  • 21 dic 2020

¿Muñecas para ellas y carritos para los niños? La actividad de jugar es necesaria para el desarrollo de la personalidad de los niños, pues contribuye a la comprensión del mundo, explica Gabriela Delgado, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación.

Por esta razón, destaca la importancia de romper etiquetas y permitir que los infantes aprendan de acuerdo a sus intereses y no con base a su género.

'El juego es una herramienta de desarrollo que requiere imaginación y creatividad; si estereotipamos los juguetes, sólo se desarrollará una parte de la personalidad', dice la docente de la facultad de Psicología de la UNAM.


'En cambio, si se rompe la etiqueta, le abro la posibilidad a mi hijo o hija de ser más inteligente, de tener sentimientos más compartidos y mayor comprensión del mundo, donde la igualdad es lo más importante'.

Para Delgado, los juguetes permiten introducir patrones culturales negativos. 'Por ejemplo, para las niñas decirles que usen muñecas, cuando sabemos que los niños tienen la misma capacidad de dar amor. Igual sucede cuando se imposibilita a las niñas a enfrentar un mundo cada vez más complejo en el que ellas se valen por sí mismas'.

Además, la especialista invita a explorar alterativas de juegos 'neutrales', como bloques de construcción que fomentan la imaginación, los juegos de mesa acordes a cada edad, los kits de profesiones como médicos o astrónomos, y los que exprimen destrezas físicas, incluyendo bici, patines o scooter.

Por otra parte, la terapeuta clínica Brenda Alarcón afirma que el filtro que sí debe aplicarse para elegir herramientas de juego es el de pensar en las áreas a desarrollar y los útiles para estimular en el cerebro de los niños; por ejemplo, para los más pequeños, las figuras que embonan en un espacio delimitado.

'Se pueden elegir bloques de construcción para los niños de entre tres y cinco años, para los de seis podríamos pensar en figuras que representen la realidad del entorno; como Playmobil, en el que los roles no se asignen de acuerdo al género sino, a las labores que desarrolla cada personaje', comenta.

Ambas especialistas destacan la importancia de educar en temas de género desde el ejemplo, pues los niños aprenden a partir de lo que ven en su entorno.

'En vez de explicarles cuestiones de equidad, hay que hacerlo vivencialmente, abordar el tema desde la división de tareas en el hogar porque los niños aprenden de lo que sus papás hacen', argumenta Alarcón.