En el barrio de El Cabañal, en Valencia, España, el despacho amBau Taller d’Arquitectes, en colaboración con el arquitecto Santiago García, renovó una vivienda que, debido a la profundidad del terreno, solía tener un diseño dividido y no del todo congruente.
“La vivienda ocupa la planta superior de la antigua edificación a la que se accedía a través de una estrecha escalera. En esta nueva etapa y debido a que sólo se necesitaba una habitación y una terraza, el espacio se planteó como un loft sin particiones, donde sólo se aisló el baño”, confesó Sergio Fernández.
El resultado final es una vivienda de 73 metros cuadrados con áreas que dialogan y se funden en una sola atmósfera gracias a que todos los espacios son abiertos.
Reinterpretar los interiores de esta antigua casa fue la intención de los artífices para que fuera posible conservar aquellos elementos que aportaban un valor trascendental y se eliminaran aquellos que no lo hacían, para que el pasado y el futuro de la vivienda dialogaran serenamente.
En el reacomodo se proyectó dar mayor luminosidad al interior, además de restaurar y pintar en blanco las antiguas carpinterías, el pequeño patio se convirtió en un lucernario que le da vida al corazón de la casa y la terraza.
“La vivienda ocupa la planta superior de la antigua edificación a la que se accedía a través de una estrecha escalera. En esta nueva etapa y debido a que sólo se necesitaba una habitación y una terraza, el espacio se planteó como un loft sin particiones, donde sólo se aisló el baño”, confesó Sergio Fernández.
En esta residencia no hay muros divisorios, se añadió una plataforma que separa y equilibra visualmente la altura del lugar.
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El resultado final es una vivienda de 73 metros cuadrados con áreas que dialogan y se funden en una sola atmósfera gracias a que todos los espacios son abiertos.
Reinterpretar los interiores de esta antigua casa fue la intención de los artífices para que fuera posible conservar aquellos elementos que aportaban un valor trascendental y se eliminaran aquellos que no lo hacían, para que el pasado y el futuro de la vivienda dialogaran serenamente.
En el reacomodo se proyectó dar mayor luminosidad al interior, además de restaurar y pintar en blanco las antiguas carpinterías, el pequeño patio se convirtió en un lucernario que le da vida al corazón de la casa y la terraza.
En palabras del artífice, en el diseño interior se potenció el uso de elementos originales, restaurándolos y combinándolos con otros de líneas modernas.
La cocina se diseñó en gris para dar contraste al entorno. |