1. Tu tez. La tonalidad de tu piel es uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir un tinte. Si eres de piel morena, puedes optar por tonos chocolate, caramelo, miel, dorado, cobre, balayage, borgoña y cenizo.
Si eres de tez clara puedes decantarse por los diferentes castaños, rubio claro u oscuro, rojo e incluso negro.
2. Tus ojos. Para realzar e intensificar el color de tus ojos, opta por un color que haga contraste con estos. Por ejemplo, si tus ojos son azules, un tono caramelo o rubio dorado hará que parezcan aún más azules.
Si son verdes, un tono rojo intenso o suave podría ser el color perfecto. Pero si los mismos son oscuros, elija tonos chocolate, castaños, negro, rubios cenizos o cobrizos.
3. Estilo personal. Una vez que has elegido el nuevo color para tu cabello, debes considerar aún su estilo. Asegúrate de que la tonalidad que escojas sea la que la haga sentirte atractiva y muy segura de ti misma.
Tipos de tintes
- Orgánico sintéticos
Son los más comunes, su ventaja es que son de una sola aplicación. Los hay con coloración permanente,
semi o temporal.
- Vegetometálicos
Es una mezcla de vegetales y metálicos, aunque su uso no es común. La Henna Compuesta pertenece a esta variante.
- Vegetales
Se obtienen de las plantas y poseen una coloración progresiva, es decir, se necesitan varias aplicaciones para conseguir el color deseado.
