Afortunadamente existen alternativas para contrarrestar los efectos no agradables que quedan en la piel luego de eliminar los vellos.
Antes de comenzar a depilarte recuerda limpiar muy bien la zona, aplica una crema exfoliante para retirar células muertas y también puedes preparar tu piel con hielo para adormecerla.
Uno de los principales consejos es nunca depilarte sin ponerte crema humectante al finalizar, ya que ayudará a que la congestión en la piel baje y evitará resequedad.
Después de depilarte, aplica leche fría sobre la zona inflamada por cinco minutos, esto ayudará a regular la temperatura de la piel y reducir el enrojecimiento. Otra opción muy efectiva es humedecer un pedazo de algodón con agua de manzanilla tibia y masajear la piel irritada con este.
La sábila también juega un papel importante a la hora de la depilación. Si no cuentas con cremas especiales para afeitar, puedes aplicar la gel natural de esta planta unos cinco o diez minutos antes e inmediatamente después de terminar.
Esto te refrescará la zona y tendrá un efecto hidrante. Si notas que tu piel es sensible, opta por métodos más suaves.