El primer paso para formar buenos
hábitos de sueño en los niños es que tengan una habitación oscura, tranquila y con temperatura adecuada, aconseja la neuropediatra Laura Rocío Mendoza.
Dicho espacio no debe tener aparatos tecnológicos o ser usado también como un lugar de estudio, juego o castigo.
“Una de las causas más frecuentes de trastornos en niños, y sobre todo en los adolescentes, son el uso de computadoras, televisores y celulares, ya que emiten una luz azul que afecta la posibilidad de dormir”, advierte.
A los factores nocivos, la especialista de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México suma el estrés y los cambios de horario. Además, vale la pena ejercitarse durante el día, fijar horarios para despertar y descansar, no hacer cenas pesadas, destinar tiempo para organizar útiles y ropa e incentivar ir a la cama sin la presencia de los padres.
Mendoza comenta que, pese a lo que muchos piensan, el sueño no es algo meramente pasivo, sino algo complejo que impacta en el estado físico y emocional.
“ En los niños fomenta su crecimiento y desarrollo, mejora el aprendizaje, memoria y atención, fortalece sus funciones inmunológicas y proporciona un tiempo donde el cerebro hace una limpieza de las neurotoxinas”, detalla.
Comportamientos agresivos, hiperactividad, accidentes frecuentes, bajo rendimiento escolar, somnolencia durante el día, despertarse de tres a cinco veces por noche, ronquidos e irritabilidad al despertar son algunos de los signos de estos problemas.
Una de las recomendaciones del National Sleep Foundation es que los padres deben fomentarle a los niños el dormirse por sí mismo, ya que así podrá volver a dormirse con más facilidad si se despierta. El despertarse algunas veces durante la noche es normal.
Dicho espacio no debe tener aparatos tecnológicos o ser usado también como un lugar de estudio, juego o castigo.
“Una de las causas más frecuentes de trastornos en niños, y sobre todo en los adolescentes, son el uso de computadoras, televisores y celulares, ya que emiten una luz azul que afecta la posibilidad de dormir”, advierte.
A los factores nocivos, la especialista de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México suma el estrés y los cambios de horario. Además, vale la pena ejercitarse durante el día, fijar horarios para despertar y descansar, no hacer cenas pesadas, destinar tiempo para organizar útiles y ropa e incentivar ir a la cama sin la presencia de los padres.
Mendoza comenta que, pese a lo que muchos piensan, el sueño no es algo meramente pasivo, sino algo complejo que impacta en el estado físico y emocional.
“ En los niños fomenta su crecimiento y desarrollo, mejora el aprendizaje, memoria y atención, fortalece sus funciones inmunológicas y proporciona un tiempo donde el cerebro hace una limpieza de las neurotoxinas”, detalla.
Comportamientos agresivos, hiperactividad, accidentes frecuentes, bajo rendimiento escolar, somnolencia durante el día, despertarse de tres a cinco veces por noche, ronquidos e irritabilidad al despertar son algunos de los signos de estos problemas.
Una de las recomendaciones del National Sleep Foundation es que los padres deben fomentarle a los niños el dormirse por sí mismo, ya que así podrá volver a dormirse con más facilidad si se despierta. El despertarse algunas veces durante la noche es normal.