Es un clásico de la moda que ha perdurado por décadas y que sigue siendo un gran aliado para los días en los que hay que luchar contra el agua en las grandes ciudades.
Y aunque sus orígenes se remontan a la Primera Guerra Mundial, donde se utilizaban como uniforme en las trincheras, hoy se ha convertido en una prenda básica dentro de cualquier armario para ellas y ellos.
'Es una pieza que no puede faltar junto a unos jeans, el clásico vestido negro y la chaqueta de cuero, pues se ha convertido en una prenda de fondo de armario', afirma la experta en moda Mayte Requejo.
Los pesados materiales del pasado ahora se han vuelo más ligeros, impermeables y ergonómicos, gracias a la tecnología que emplean marcas como Burberry y Aquascutum, dos compañías británicas que se hicieron famosas precisamente por su calidad en los 'trench-coats'.
Hoy, esta prenda se llena de estampados, sobre todo orgánicos o con 'animal print', además los tonos metálicos brillan como nunca, sobre todo el dorado, el bronce y el cobre que se adornan con diversos elementos como flecos. Mención especial para los que presentan cortes asimétricos, aunque ha habido un resurgimiento importante de los modelos clásicos en beige y con forros a cuadros.
Y aunque sus orígenes se remontan a la Primera Guerra Mundial, donde se utilizaban como uniforme en las trincheras, hoy se ha convertido en una prenda básica dentro de cualquier armario para ellas y ellos.
'Es una pieza que no puede faltar junto a unos jeans, el clásico vestido negro y la chaqueta de cuero, pues se ha convertido en una prenda de fondo de armario', afirma la experta en moda Mayte Requejo.
Los pesados materiales del pasado ahora se han vuelo más ligeros, impermeables y ergonómicos, gracias a la tecnología que emplean marcas como Burberry y Aquascutum, dos compañías británicas que se hicieron famosas precisamente por su calidad en los 'trench-coats'.
Hoy, esta prenda se llena de estampados, sobre todo orgánicos o con 'animal print', además los tonos metálicos brillan como nunca, sobre todo el dorado, el bronce y el cobre que se adornan con diversos elementos como flecos. Mención especial para los que presentan cortes asimétricos, aunque ha habido un resurgimiento importante de los modelos clásicos en beige y con forros a cuadros.
