Tegucigalpa, Honduras.
El desastre de la Enee ha tenido un severo impacto en las finanzas públicas de la administración central y, por ende, se considera como la principal causa de elevado déficit fiscal de los dos últimos años.
En 2013 y 2014, el Gobierno autorizó la emisión de 215 y 250 millones de dólares para que la estatal eléctrica pague la deuda a los proveedores, lo que termina disparando el saldo de la deuda pública.
El ministro Marlon Tábora, coordinador del Gabinete Económico, dice que no es justo que las ineficiencias de la estatal se trasladen a los consumidores.
“Si queremos resolver el problema de la Enee, hay que hablar de las pérdidas, hay que hablar del personal supernumerario, de la focalización de los subsidios, de la renegociación de los contratos; pero también hay que hablar de la realidad que tenemos con los precios de la energía, no estoy hablando de subir las tarifas sino que de recuperar el precio real. El sector comercial paga más por un menor consumo, mientras que el residencial consume más y paga menos”.
En cuanto a la consulta sobre si la crisis de la Enee tiene sus defensores y sus detractores, asegura que “hay mucha gente que se molesta cuando hablo de este tema, se pierden entre 1.8 y 2 millones de dólares al día, más de 40 millones de lempiras, y lo que pasa es que cuando uno dice las cosas demasiadas crudas, a mucha gente le molesta.
Aquí todo mundo paga el precio real de la camiseta de Cristiano Ronaldo y la de Messi, la que cuesta cuatro mil lempiras en promedio, entonces hay que pagar el costo real de la energía”.
Para Tábora no es justo que a la gente le trasladen la ineficiencia de la Enee, el exceso de personal, de pérdidas; “aunque al final alguien tiene que pagar la cuenta, y ¿quién paga la cuenta?, el Gobierno de una u otra forma, y cuando no tiene recursos qué es lo que hace, sube los impuestos o deteriora los servicios públicos, o sea que hay menos salud, hay menos seguridad, tengo menos infraestructura, tengo peores calles, porque al final la cantidad de recursos no es ilimitada y por algún lado vamos a terminar pagando la cuenta. Es aquí cuando vienen las injusticias, que pagan los que no deberían pagar, generalmente la clase media”.
Para el funcionario es posible que la fórmula que usa la Enee para recuperar el costo de los combustibles en la energía eléctrica no permita recuperar, y eso también causa una distorsión.
“Yo le decía a los maquiladores por qué no producen energía con sus propias plantas, no lo hacen porque les sale más caro. Hacíamos la broma con algunos de los térmicos, ellos nos venden más caro y compran más barato para sus casas, esa es una realidad, aparte de las distorsiones de los subsidios cruzados que existen dentro de la ley anterior”.
El desastre de la Enee ha tenido un severo impacto en las finanzas públicas de la administración central y, por ende, se considera como la principal causa de elevado déficit fiscal de los dos últimos años.
En 2013 y 2014, el Gobierno autorizó la emisión de 215 y 250 millones de dólares para que la estatal eléctrica pague la deuda a los proveedores, lo que termina disparando el saldo de la deuda pública.
El ministro Marlon Tábora, coordinador del Gabinete Económico, dice que no es justo que las ineficiencias de la estatal se trasladen a los consumidores.
“Si queremos resolver el problema de la Enee, hay que hablar de las pérdidas, hay que hablar del personal supernumerario, de la focalización de los subsidios, de la renegociación de los contratos; pero también hay que hablar de la realidad que tenemos con los precios de la energía, no estoy hablando de subir las tarifas sino que de recuperar el precio real. El sector comercial paga más por un menor consumo, mientras que el residencial consume más y paga menos”.
En cuanto a la consulta sobre si la crisis de la Enee tiene sus defensores y sus detractores, asegura que “hay mucha gente que se molesta cuando hablo de este tema, se pierden entre 1.8 y 2 millones de dólares al día, más de 40 millones de lempiras, y lo que pasa es que cuando uno dice las cosas demasiadas crudas, a mucha gente le molesta.
Aquí todo mundo paga el precio real de la camiseta de Cristiano Ronaldo y la de Messi, la que cuesta cuatro mil lempiras en promedio, entonces hay que pagar el costo real de la energía”.
Para Tábora no es justo que a la gente le trasladen la ineficiencia de la Enee, el exceso de personal, de pérdidas; “aunque al final alguien tiene que pagar la cuenta, y ¿quién paga la cuenta?, el Gobierno de una u otra forma, y cuando no tiene recursos qué es lo que hace, sube los impuestos o deteriora los servicios públicos, o sea que hay menos salud, hay menos seguridad, tengo menos infraestructura, tengo peores calles, porque al final la cantidad de recursos no es ilimitada y por algún lado vamos a terminar pagando la cuenta. Es aquí cuando vienen las injusticias, que pagan los que no deberían pagar, generalmente la clase media”.
Para el funcionario es posible que la fórmula que usa la Enee para recuperar el costo de los combustibles en la energía eléctrica no permita recuperar, y eso también causa una distorsión.
“Yo le decía a los maquiladores por qué no producen energía con sus propias plantas, no lo hacen porque les sale más caro. Hacíamos la broma con algunos de los térmicos, ellos nos venden más caro y compran más barato para sus casas, esa es una realidad, aparte de las distorsiones de los subsidios cruzados que existen dentro de la ley anterior”.
