San Pedro Sula, Honduras.
La octava edición del Nocturnal de Gala dedicada a la ciudad de La Ceiba reunió a amantes de la cultura sampedrana en el teatro José Francisco Saybe.
La música catracha los unió. Desde muy temprano llegaron hasta el recinto para esperar que el telón se corriera y diera paso al esplendor artístico que preparó la revista Nocturnal con grandes estrellas de la canción hondureña.
Sombreros de colores, júbilo y euforia por admirar el espectáculo se respiró en el ambiente gracias a que muchos de los asistentes han sido fieles al espectáculo año tras año.
El teatro estaba colmado a capacidad. Desde el mediodía de ese día se habían agotado las tarjetas y la gente estaba deseosa de admirar y aclamar a un elenco de artistas que residen en Honduras y en el exterior y que por primera vez se reunían en este evento para cantarle a la hondureñidad.
Fueron dos horas de intenso talento que se hicieron cortas debido al espectáculo fluido y variado. Los invitados no tuvieron opción de aburrirse y disfrutaron a plenitud de todo el elenco de bailarines, músicos y cantantes, quienes demostraron que en Honduras se hace mejor.
La octava edición del Nocturnal de Gala dedicada a la ciudad de La Ceiba reunió a amantes de la cultura sampedrana en el teatro José Francisco Saybe.
La música catracha los unió. Desde muy temprano llegaron hasta el recinto para esperar que el telón se corriera y diera paso al esplendor artístico que preparó la revista Nocturnal con grandes estrellas de la canción hondureña.
Sombreros de colores, júbilo y euforia por admirar el espectáculo se respiró en el ambiente gracias a que muchos de los asistentes han sido fieles al espectáculo año tras año.
El teatro estaba colmado a capacidad. Desde el mediodía de ese día se habían agotado las tarjetas y la gente estaba deseosa de admirar y aclamar a un elenco de artistas que residen en Honduras y en el exterior y que por primera vez se reunían en este evento para cantarle a la hondureñidad.
Fueron dos horas de intenso talento que se hicieron cortas debido al espectáculo fluido y variado. Los invitados no tuvieron opción de aburrirse y disfrutaron a plenitud de todo el elenco de bailarines, músicos y cantantes, quienes demostraron que en Honduras se hace mejor.