24/04/2024
12:02 AM

No habrá Festival Folclórico Internacional

La Fundación tiene tres demandas de pagos de derechos de autor por un total de L150 mil.

No habrá Festival Folclórico Internacional 2012. Así lo dejó claro la presidenta vitalicia de la fundación Amigos de Guarderías Infantiles, Julieta Kattán, porque la institución benéfica se enfrenta a tres denuncias por falta de pago de derechos de autor y uso público de la música interpuesta en el Ministerio Público por la Aacimh (Asociación de Autores, Compositores, Intérpretes y Músicos de Honduras).

La dama sampedrana expresó con gran consternación: “Desgraciadamente y después de 30 años no podemos hacer el festival porque nos tienen demandados criminalmente como si fuésemos asesinos. Hemos contratado a varios abogados para defendernos, pero ellos son un grupito y se entienden entre ellos y la jueza nos condenó. El colmo de los colmos es que la demanda está mal hecha porque tenía que ser una demanda de tipo laboral y no tipo criminal, como su fuésemos asesinos”.

La Aacimh tuvo comunicación con LA PRENSA para aclarar el problema en que tiene a la fundación Amigos de Guarderías Infantiles y su representante de licenciamiento y cobranza, Rigoberto Zúniga, defendió la postura de la Aacimh.

“La ley de Derecho de Autor en el artículo 105 reza que todo negocio, restaurante, salón de belleza, billares, comerciales, tiendas, supermercados, televisoras y radio, que en el giro de su negocio utilicen música, tienen que legitimarla, “porque si usted hace una obra, usted es dueño, entonces eso es un bien privado”, confirma. Por ello, la Asociación le cobra a la Fundación Amigos de Guarderías Infantiles el impuesto que debe reportar esta institución hondureña a las asociaciones internacionales que representan a los autores de canciones que interpretaron aquellos artistas que vinieron a cantar a San Pedro Sula en conciertos promovidos por esta institución benéfica.

“Cuando va a salir un artista a nivel internacional, la sociedades de eso viven, nos mandan correos y nos notifican de los autores y nos dicen que esperan sus regalías. Es un asunto delicado porque nos cuentan las costillas por un lado y por otro tenemos que ser eficientes en la labor encomendada”. Zúniga agrega que la demanda criminal es por una razón: ya no tiene que ver con la Aacimh, sino con el entorno jurídico y la parte medular que es la legislación nacional. Por tantas violaciones de derechos de autor en el país, EUA, por medio del Cafta (Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana), hizo una modificación en el artículo 248, inciso b, del Código Penal, donde reza que es punible la violación de los derechos de autor con multa. Esto ya es materia penal. Tienen ejercicio penal estas violaciones”.

Kattán dice que la Aacimh “se ampara en que el Congreso les dio el permiso. Creo que esa ley existe para todas las partes del mundo, pero en el caso de gente que gana para negocio y explotan a los dueños de los artículos que venden, no en el de una institución benéfica que trabaja ad honórem, que fue comprobada por 40 años porque la DEI (Dirección Ejecutiva de Ingresos) nos investiga, nos sella, sabe cuánta gente entra y sabe en lo que gastamos hasta el último centavo. Se lo hemos enseñado a quienes nos demandaron y ellos dicen que no les interesa y se amparan en que la ley es ley”.
Antecedente

Doña Julieta dice que el problema viene desde hace como tres años y que se ha negado a pagar porque le parece injusto que se lucren. “El pago a la Aacimh es dar un porcentaje de boletos vendidos y no vendidos y hasta las cortesías y esto es un abuso terrible”, confesó la dama. Por lo general, en un festival que cuesta como dos o tres millones de lempiras, la recaudación final es de 1,600,000 ó 1,300,000 lempiras. “Si pagamos, solo nos quedaría la mitad. Hacemos seis mil boletos por noche y dos mil por cortesía y nunca han entrado las seis mil personas en ninguna noche ni mucho menos hemos dado dos mil cortesías y ellos dicen vendidos o no vendidos, donados y no donados y me parece injusto”, recalca.

El funcionario de la asociación explica: “De inicio tenemos una cobranza por boletería. En fundaciones cobramos el 3.5% sobre boleto vendido. Si no se escondiese información y todo fuera transparente, no tendríamos problemas. Si usted tiene un concierto en el estadio Mozarán y saca 15 mil boletos y la DEI dice que 10 mil boletos son sellados para venta y hay 5 mil cortesías, no me meto con sus cortesías; diferente es cuando averiguo que en la DEI se han sellado tantos boletos y usted de palabra me dice que son tantas cortesías y ya no lo podemos manejar así”, defiende Zúniga y deja claro que no cobra por cortesías porque no representa ingresos y que no especulan con el cobro porque se basan en la ley.

La fundadora de las guarderías infantiles afirmó: “Me siento herida, defraudada, decepcionada porque en mi país las cosas van peor en vez de mejor, porque una institución que ha trabajado con las manos limpias por 40 años que ha llevado 30 años de festivales y hemos dado testimonio de en que se usa cada centavo del festival. Es injusto esto”. La decisión de no realizar el festival se desprende de que deben esperar a que “un juez con conciencia social de su veredicto” y por eso no podemos porque si lo hacemos sería como burlarse de la ley, confirma.

Rigoberto Zúniga además dice: “Cobramos por el bien que se utiliza. Si hago la canción y la canto, la canción puede ser utilizada en términos de comunicación pública que la pongan en un restaurante, un bar, un casino. En cualquier medio que haya comunicación pública están ligados de manera indirecta y están haciendo negocio con su canción. La ley reza que como propietario de ese bien intelectual debe recibir la parte patrimonial que le corresponde. El dinero que recaudamos lo distribuimos con las asociaciones de esos autores. Cuidamos los intereses de los que crean las canciones, no de los que las cantan”.
La cifra

El abogado de la Aacimh, Carlos René Reyes Saa, reveló que el pago para que la Fundación Amigos de Guarderías Infantiles quede al día con la asociación es de 150 mil lempiras y corresponde a tres conciertos: Paloma San Basilio, el 19 de octubre de 2010; el salsero Luis Enrique, el 23 de julio de 2011, y el dúo venezolano Chino y Nacho, el 30 de julio del año pasado.

En el registro de la Fundación, el 14 de agosto de 2009 se les giró una notificación a nombre de Kattán donde se les pedía el pago de las representaciones artísticas de Franco de Vita, Gilberto Santa Rosa, Los Hermanos Rosario, Belanova, Fonseca y Chichi Peralta, pero solo se tomaron en cuenta los cobros de los tres artistas anteriores y no de estos, ya que fueron dados por finiquitados, según el experto en leyes.

“Si ellos pagan los 150 mil lempiras, partimos de cero y nos sentaríamos a negociar los nuevos conciertos que traerían. Si ellos pagan, retiramos las denuncias”.

Doña Julieta afirma que la institución de beneficencia no tiene dinero para pagar porque por la crisis económica y todos los problemas financieros cerró la escuela Aguas Ocaña en Choloma y los niños pasaron a la guardería. “El edificio está vacío porque el gasto es tremendo y no podemos pagar. Siempre les damos clases a los niños, pero no podemos sostener el centro porque nadie nos ayuda”.

Poco a poco se les están cerrando las puertas dice y que de 1,500 ahora solo son 600 niños que se benefician y educan a través de la fundación y que esos 900 niños han perdido lo que les daban en las guarderías y no cree que alguien les de todo eso.

“Las socias están consternadas. No se explican por qué esa cizaña contra una fundación que lo único que ha hecho es hacer el bien y hay miles de maletín que no les hacen nada. Los abogados nos dan la razón por todo el papel en orden que tenemos. La jueza dice que la ley es ley y se ampara en eso”, describe.

Con tremenda congoja y evidentes ganas de llorar, doña Julieta confiesa que la culparon, pero que apeló. “No sé si vamos a ganar o perder. Si perdemos, tenemos que pagar un montón de dinero que no sé de dónde voy a sacarlo y si pagamos, nos quedaremos sin dinero y desaparecemos completamente”.

El representante de la Aacimh dice: “Estamos pendientes con las sociedades a las que pertenecen todos los autores de esas obras que han sido explotadas en los conciertos. No se trata de una mala intensión de nosotros ni de imponer la ley, sino de aplicarla. Por ejemplo, si Diablos Negros se presenta en El Salvador, la sociedad salvadoreña cobra los derechos de autor.

Ellos mandan el dinero para acá, pero no es para Diablos Negros, sino para los autores de las canciones que cantaron. El dinero llega a ellos a través de nosotros. Las sociedades nos beneficiamos reteniendo un porcentaje para el orden administrativo producto de la gestión y así el autor se beneficia”.
Precario

Julieta Salem de Kattán reveló que no tiene un plan B para captar recursos de otra forma que no sea el festival y así seguir sosteniendo la institución. Para evitar que se cierre el centro educativo en barrio Cabañas de San Pedro Sula, las socias y yo “estamos haciendo lo imposible. Un día hacemos bingo, un día vendemos queques, otro día vendemos plantas. Estamos haciendo lo imposible y a nuestra edad es mucho esfuerzo. He querido que los jóvenes se entusiasmen y tomen la iniciativa de trabajar con nosotros pero no tienen ese voluntariado”.

Doña Julieta comentó que los abogados le han aconsejado que no pague porque “somos una fundación que trabaja ad honoren y que no ganamos un centavo. Hemos sido investigadas, auditadas todos los meses. Hacemos hasta la ultima cosa que nos exige la ley y lo único que no hemos hecho es pagarle a estos pícaros”.

La presidenta de la Fundación califica este problema como un “golpe duro” porque nunca se imaginó que la justicia fuera tan dura con ella y con la institución que toda su vida se ha dedicado a ayudar a los niños. “No me queda de otra que aguantar y pedirle a Dios que haga sus designios. He llorado con rabia porque como en Honduras todo lo que uno quiere hacer bueno lo tergiversan”.

Actualmente, el gasto mensual que genera la institución es de casi un millón de lempiras. “Pago maestros y debo a los acreedores. Los padres de familia pagan 50 lempiras diarios por los tres tiempos de comida, las meriendas, la educación y el cuidado. Si los padres de familia pagaran a tiempo, todo saldría bien, pero no es así. La situación esta tan mala que ya no puedo.Me siento que todo está desapareciendo. Cumplimos 30 años del festival y nunca me imaginé que esto me iba a pasar”.

Debido a estas denuncias en las que se exige el pago de derechos de autor a la Aacimh, no habrá festival, pero, según Zúniga, “no tenemos que ver nada en que se aplace el evento. Nos hicieron una propuesta de borrón y cuenta nueva y no podemos aceptar eso porque representamos bienes intelectuales que no son nuestros y que estamos sujetos a las sociedades internacionales”.

La abogada de la Fundación, Sarahí Carranza, lleva una apelación por el concierto de Luis Enrique basándose en que la institución no recibe provecho ni lucro, porque los fondos de la entrada son donados. La tarjeta dice donativo voluntario, declaró.