San Pedro Sula, Honduras.
Luego de ocho años de noviazgo, Ana del Carmen Avelar y Juan Carlos Meléndez se convirtieron en esposos en una ceremonia realizada en la iglesia María Reina del Mundo y oficiada por el padre Joaquín Nacher.
Invitados de diferentes partes de Honduras y el extranjero fueron testigos del acto en el que los enamorados se comprometieron frente a Dios, familiares e íntimas amistades, a estar juntos por siempre.
Al terminar la ceremonia, los invitados pasaron al centro de convenciones del hotel Copantl para celebrar por este nuevo matrimonio.
La pareja de dirigió al centro del salón para hacer su primer baile como nuevos esposos; Me cambiaste la vida, de Río Roma, fue la melodía escogida por los novios.
Su hermana y dama de honor, Mirna de Orellana, dio un emotivo discurso. Luego procedieron al brindis. Deejay Blanco se encargó de poner a todos a bailar. Irela Perez organizó el evento y Doris García ornamentó el lugar.
Ahora los esposos Meléndez Avelar disfrutan de su luna de miel, para luego establecer su residencia en los Estados Unidos.
Luego de ocho años de noviazgo, Ana del Carmen Avelar y Juan Carlos Meléndez se convirtieron en esposos en una ceremonia realizada en la iglesia María Reina del Mundo y oficiada por el padre Joaquín Nacher.
Invitados de diferentes partes de Honduras y el extranjero fueron testigos del acto en el que los enamorados se comprometieron frente a Dios, familiares e íntimas amistades, a estar juntos por siempre.
Al terminar la ceremonia, los invitados pasaron al centro de convenciones del hotel Copantl para celebrar por este nuevo matrimonio.
La pareja de dirigió al centro del salón para hacer su primer baile como nuevos esposos; Me cambiaste la vida, de Río Roma, fue la melodía escogida por los novios.
Su hermana y dama de honor, Mirna de Orellana, dio un emotivo discurso. Luego procedieron al brindis. Deejay Blanco se encargó de poner a todos a bailar. Irela Perez organizó el evento y Doris García ornamentó el lugar.
Ahora los esposos Meléndez Avelar disfrutan de su luna de miel, para luego establecer su residencia en los Estados Unidos.
