Los 10 alimentos que nunca deberías de consumir

Muchos alimentos han sido fuertemente promovidos como saludables, cuando no son nada más que alimentos chatarra

Muchos alimentos han sido fuertemente promovidos como saludables, cuando no son nada más que alimentos chatarra. En el artículo presentado, Clean Plates1 fundador de Jared Koch compartió su lista de nueve alimentos básicos que no son nada buenos para usted, contrariamente a lo que le han hecho creer.

1. Tomates enlatados

Muchas marcas líderes de alimentos enlatados contienen BPA – un químico tóxico vinculado con anormalidades reproductivas, efectos neurológicos, aumento del riesgo de cáncer de mama y de próstata, diabetes, enfermedades del corazón y otros problemas serios de salud. Según las pruebas del Cosumer Reports sólo un par de porciones de comida enlatada puede exceder los límites seguros de exposición diaria en los niños.

La alta acidez – una característica prominente de los tomates – hace que el BPA se filtre en los alimentos. Para evitar esta sustancia química peligrosa, evite los alimentos enlatados por completo y consuma frutas y vegetales frescos, o en su lugar, compre marcas que utilicen envases de vidrio -especialmente con alimentos ácidos como el tomate.



2. Carnes Procesadas “Embutidos”

Como lo advierte Koch, las carnes procesadas como el salami, jamón y carne asada son generalmente hechas con carnes de animales criados en granjas de operaciones concentradas de alimentación de animales (CAFOs por sus siglas en ingles).

Esto significa que son alimentados con hormonas de crecimiento, antibióticos y otros medicamentos de uso veterinario, y fueron criados en condiciones deplorables que promueven enfermedades, estas carnes también están cargadas de nitrito de sodio (un conservador comúnmente utilizado y agente antimicrobiano que también le da color y sabor) y otros aromas y colorantes químicos.

Los nitritos pueden convertirse en nitrosaminas en el cuerpo, las cuales son potentes sustancias químicas que causan cáncer. La investigación ha vinculado el nitrito con mayores tasas de cáncer colorrectal, cáncer de estómago y cáncer de páncreas. Pero eso no es todo, la mayoría de las carnes procesadas también contienen otros productos químicos que promueven el cáncer que se crean durante la cocción.



3. Margarina

El lamentable resultado de la popular dieta baja en grasas ha sido que las grasas saludables – como la mantequilla – son evitadas y la salud pública ha disminuido como resultado de esta locura. Hay una gran variedad de componentes no saludables en las margarinas y otros impostores de la mantequilla, que incluyen:

Grasas trans: Estas grasas no naturales en la margarina, manteca vegetal y pastas para untar se forman durante el proceso de hidrogenación, que convierte los aceites vegetales líquidos en una grasa sólida. Las grasas trans contribuyen a enfermedades del corazón, cáncer, problemas en los huesos, desequilibrio hormonal, enfermedades cutáneas, infertilidad, problemas en el embarazo y problemas con la lactancia, bajo peso al nacer, problemas de crecimiento y problemas de aprendizaje en los niños. Un panel de científicos gubernamentales de los Estados Unidos determino que las grasas trans hechas por el hombre no son seguras en ningún nivel.

Radicales libres: Los radicales libres y otros productos de descomposición tóxicos son el resultado de la alta temperatura del procesamiento industrial de los aceites vegetales. Ellos contribuyen a numerosos problemas de salud, incluyendo cáncer y enfermedades del corazón.

Emulsionantes y conservadores: Numerosos aditivos de dudosa seguridad son agregados a las margarinas y pastas para untar. La gran parte de la manteca vegetal se estabiliza con conservadores como el BHT.
Hexano y otros disolventes: usados ​​en el proceso de extracción, estos productos químicos industriales pueden tener efectos tóxicos.

4. Aceites Vegetales

De todos los alimentos dañinos que disponemos, los hechos con aceites vegetales calientes son algunos de los peores. No se equivoque al respecto – los aceites vegetales no son los alimentos saludables que a usted lo han hecho creer. Esto se debe en gran parte al hecho de que son altamente procesados ​​y cuando se consumen en grandes cantidades – ya que la mayoría de los estadounidenses los consumen — distorsionan gravemente la importante relación de grasas omega-6 y omega-3. La relación ideal es de 1:1.

Cada vez que cocina un alimento existe el riesgo de crear daños inducidos por el calentamiento. Los aceites con los que decida cocinar deben ser lo suficientemente estables como para resistir los cambios químicos al ser calentados a altas temperaturas, o de lo contrario corre el riesgo de dañar su salud. Una de las formas en que los aceites vegetales pueden causar daño es mediante la conversión de colesterol bueno en colesterol malo — al oxidarlo. Al cocinar con aceites vegetales poliinsaturados (como el aceite de canola, maíz y soya) el colesterol oxidado es introducido en su sistema.

A medida que el aceite se calienta y se mezcla con el oxígeno, se hace rancio. El aceite rancio es aceite oxidado y no debe ser consumido, ya que conduce directamente a la enfermedad vascular. Las grasas trans se introducen cuando estos aceites son hidrogenados, lo que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer de mama y enfermedades del corazón.



5. Palomitas de Maíz en Microondas

Los perfluoroalquilos, que incluyen el ácido perfluorooctanoico (PFOA) y el sulfonato de perfluorooctano (PFOS), son productos químicos utilizados para impedir que la grasa se filtre a través de la bolsa de los alimentos, estos son ingeridos por las personas a través de sus alimentos y se presentan como contaminantes en la sangre. Las bolsas de palomitas de maíz de microondas están llenas de PFOA y al ser calentadas, los compuestos se filtran en las palomitas de maíz.

Estas sustancias químicas son parte de un grupo cada vez mayor de productos químicos comúnmente conocidos como “productos químicos de flexión de género” , ya que pueden alterar el sistema endocrino y afectar las hormonas sexuales. La EPA denomina a los PFCs como “probables cancerígenos”, y ha manifestado que el PFOA “posee riesgos desarrollo y reproducción en los seres humanos”.

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6. Papas No Orgánicas y Otros Productos Frescos, Conocidos por su Alta contaminación de Plaguicidas

Su mejor opción es comprar únicamente frutas y vegetales orgánicos, ya que los agroquímicos sintéticos no son permitidos bajo las normas orgánicas de la USDA. Dicho esto, no todas las frutas y vegetales cultivados convencionalmente son sometidos a la misma cantidad de carga de plaguicidas. Mientras que Koch se centra en las papas, ya que tienden a absorber una gran cantidad de pesticidas y otros productos agroquímicos presentes en el suelo, le recomiendo revisar la “Guía del Comprador Sobre Plaguicidas en los Productos”6 hecho por el Grupo de Trabajo Ambiental.

De las 48 categorías diferentes de frutas y vegetales analizados por el EWG para la guía de 2013, las siguientes 15 frutas y vegetales tuvieron la mayor carga de plaguicidas, las cuales son las más compradas o cultivadas orgánicamente:

En contraste, se encontró que los siguientes alimentos tienen la carga de plaguicidas residual más baja, por lo que son los vegetales más seguros cultivados convencionalmente. Tenga en cuenta que una pequeña cantidad de maíz y papaya hawaiana, aunque contienen cantidades bajas de pesticidas, son transgénicas o genéticamente modificados (GM).

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7. La sal es esencial para la vida, no se puede vivir sin ella. Sin embargo, la “sal de mesa” regular y la sal encontrada en alimentos procesados ​​no es la misma sal que su cuerpo realmente necesita. De hecho, la sal de mesa no tiene prácticamente nada en común con la sal natural. Una de ellas daña la salud, mientras que la otra lo beneficia.

La sal procesada es 98 por ciento de cloruro de sodio, y el dos por ciento restante incluye productos químicos hechos por el hombre, tales como absorbentes de humedad y un poco de yodo añadido. Estas son sustancias químicas peligrosas como el ferrocianuro y aluminosilicato. Algunos países europeos, en donde no se practica la fluoración del agua, también agregan fluoruro a la sal de mesa. La sal natural es aproximadamente 84 por ciento de cloruro de sodio. El 16 por ciento restante de la sal natural se compone de otros minerales de origen natural, minerales como el silicio, fósforo y vanadio.

La manera más fácil de evitar este desequilibrio es evitando los alimentos procesados, que son notoriamente bajos en potasio, pero altos en sodio. En cambio, coma una dieta a base de alimentos enteros, idealmente alimentos cultivados orgánicamente para asegurar el contenido óptimo de nutrientes. Este tipo de alimentación, proporcionara naturalmente cantidades mucho más elevadas de potasio en relación con el sodio.



9. Proteína Aislada de Soya y Otros Productos de Soya Fermentados

Lamentablemente, casi todo lo que le han hecho creer los medios de comunicación sobre la soya es simplemente falso. Uno de los peores problemas con la soya se deriva a causa de que el 90 al 95 por ciento de la soya cultivada en los Estados Unidos es transgénica o genéticamente modificada (GM), y esta es utilizada para crear la Proteína Aislada de Soya. La soya transgénica está diseñada a ser “Roundup Ready”, que significa que está diseñada para soportar otras dosis letales de herbicidas.

El ingrediente activo en el herbicida Roundup se llama glifosato, que es responsable de la interrupción del delicado equilibrio hormonal del ciclo reproductivo femenino. Lo que es más, el glifosato es tóxico para la placenta, que es responsable de entregar los nutrientes vitales de la madre al niño, y de eliminar los productos de desecho. Una vez que la placenta ha sido dañada o destruida, el resultado puede ser un aborto involuntario. En los niños nacidos de madres que han estado expuestas a incluso una pequeña cantidad de glifosato, pueden presentar graves defectos congénitos.

El daño por el mecanismo del glifosato fue recientemente identificado, y muestra cómo este químico altera la función celular e induce muchas de nuestras enfermedades modernas, incluyendo el autismo. La proteína aislada de soya puede encontrarse en las barras de proteína, substitutos de alimentos, bebidas de frutas, sopas y salsas, análogos de la carne, productos para hornear, cereales para el desayuno y algunos suplementos alimenticios.

Incluso si usted no es vegetariano y no utiliza leche de soya o tofu, es importante leer cuidadosamente las etiquetas de los productos. Hay tantos nombres diferentes para los aditivos de soya, podría estar llevando a casa un producto a base de soya transgénica sin siquiera darse cuenta. La Dra. Kaayla Daniel experta en la soya, ofrece un informe especial gratis7, “Where the Soys Are” (¿Dónde se encuentra la Soya?) en su sitio Web. En él se enumeran los muchos “alias” que la soya podría estar escondiendo debajo de las listas de ingredientes – palabras como “bouillon”, “sabor natural” y “proteína vegetal texturizada”.

Además de la proteína aislada de soya, lo mejor sería evitar todos los productos de soya sin fermentar si valora su salud. Miles de estudios han relacionado la soya sin fermentar con la desnutrición, trastornos digestivos, desintegración del sistema inmune, disfunción tiroidea, deterioro cognitivo, trastornos reproductivos e infertilidad, incluso cáncer y enfermedades del corazón.

La única soya con beneficios para la salud es la soya orgánica que haya sido debidamente fermentada, y estos son los únicos productos de soya que recomiendo consumir. Después de un largo proceso de fermentación, los niveles de “anti-nutrientes” y fitato de la soya se reducen, y sus propiedades benéficas están disponibles en su sistema digestivo.



10. Endulzantes Artificiales

Contrariamente a la creencia popular, los estudios han encontrado que los endulzantes artificiales como el aspartame pueden estimular el apetito, aumentar los antojos por carbohidratos, y estimular el almacenamiento de grasa y aumento de peso. En uno de los más recientes estudios8, se descubrió que la sacarina y el aspartame causan un mayor aumento de peso que el azúcar.

El aspartame probablemente es el más problemático. Está compuesto principalmente de ácido aspártico y fenilalanina. La fenilalanina ha sido modificada sintéticamente para llevar a un grupo metilo, que proporciona la mayoría de su dulzura. Ese vínculo metil fenilalanina, llamado un éster de metilo, es muy débil, lo que permite que el grupo metilo en la fenilalanina se rompa fácilmente y se forme metanol.

Probablemente ya escucho la afirmación de que el aspartame es inofensivo ya que el metanol también se encuentra en frutas y vegetales. Sin embargo, en las frutas y vegetales, el metanol está firmemente unido a la pectina, lo que permite pasar de forma segura a través de su tracto digestivo. No es así con el metanol creado por aspartame, no está ligado a nada que le pueda ayudar a eliminarlo de su cuerpo.

El metanol actúa como un caballo de Troya, es llevado por todos los tejidos sensibles de su cuerpo, como el cerebro y la médula ósea, donde la enzima de alcohol deshidrogenasa (ADH por sus siglas en inglés) la convierte en formaldehído, que causa estragos en las proteínas sensibles y el ADN. Todos los animales, excepto los seres humanos tienen un mecanismo de protección que permite que el metanol se convierta en ácido fórmico inofensivo. Es por ello que las pruebas de toxicología en animales son un modelo imperfecto. No se aplica plenamente a las personas.