El inicio o final del semestre escolar representa para algunos estudiantes un periodo de estrés, lo cual puede provocar algunas problemáticas con el consumo de alimentos, afirma Loredana Tavano, coordinadora de la licenciatura en Nutrición de la Universidad Iberoamericana.
“La respuesta ante el estrés es muy diferente entre unos y otros (alumnos) pero, principalmente, vemos dos tipos de síntomas: que consuman una cantidad excesiva de alimentos o que se les quita por completo el apetito y el hambre”.
Más vale prevenir
Esto se debe a que los estudiantes no organizan bien sus tiempos y muchas veces dejan para el final los trabajos, tareas y presentaciones, por lo que generalmente tienen poco tiempo para comer y descuidan su alimentación.
“Esto repercute en su organismo, el síntoma más frecuente es la gastritis, que puede dar por comer de más o comer de menos, aunado a dolores de cabeza, por un mal dormir y mala hidratación”, indica.
La especialista comenta que quienes padecen algún trastorno en la conducta de la alimentación, como un comedor compulsivo o alguien que tiene anorexia o bulimia, puede ver exacerbada esta problemática en periodos de estrés estudiantil, aunque no necesariamente sea la causa principal.
“Otra sintomatología de tener una conducta equivocada en estas cuestiones de mala alimentación es el exceso en el consumo de cigarro y café”. Para evitar estas problemáticas derivadas del estrés escolar, Loredana Tavano recomienda hacer diario, al menos, tres comidas balanceadas, especialmente, no saltarse el desayuno.
Además de cuidar su alimentación, la nutrióloga aconseja practicar algún deporte.
