San Pedro Sula, Honduras.
Con la reciente inauguración de la Cámara de Gesell lo que se busca es el fortalecimiento de la justicia sin revictimizar al sobreviviente de un delito.
La cámara es una herramienta con la que cuenta la justicia para obtener el testimonio de menores de edad víctimas de delitos sexuales.
Los interrogatorios son guiados por profesionales. Las partes siguen la diligencia detrás de una pared de vidrio.
En la zona noroccidental, solo San Pedro Sula no tenía esa herramienta, cuyo objetivo es que la víctima de un delito sexual, violencia doméstica y violencia intrafamiliar no tengan que dar su declaración o versión de los hechos ante varios entrevistadores cuando acude a los operadores de justicia a denunciar. René Díaz, coordinador regional del Ministerio Público, señaló que la Cámara de Gesell va dirigida a las víctimas en riesgo, es decir, niños, ancianos y mujeres.
“En este caso, la entrevista se hará de forma conjunta estando el juez, el agente del Ministerio Público, el defensor, y se tomará la declaración como prueba anticipada, no como se hace actualmente que primero el agente de investigación le toma la denuncia, luego el médico forense la evalúa, después llega el fiscal, por último la víctima declara ante el juez y está presente el defensor del agresor”, explicó Díaz.
El fiscal expresó que las partes harán a la víctima preguntas que ella no oirá, sino que serán canalizadas a través de un sicólogo que tendrá colocado un audífono. Todo el interrogatorio es grabado en un disco compacto que será debidamente embalado y asegurado como evidencia. La Cámara de Gesell está ubicada en el Centro Integrado en la Primera Estación. Hace unos años fue donada una, la cual por falta de espacio era utilizada para el reconocimiento en rueda y no para interrogatorios de víctimas que han sufrido abusos sexuales.
“Buscamos que se aplique la ley de una mejor forma sin dañar más a la víctima porque ya ha recibido un daño y si no varias personas le toman una declaración la estamos revictimizando y exponiendo a problemas sicológicos y lo que se evita es que tenga otro daño con las entrevistas que se le puedan hacer”, manifestó Díaz.
En Tegucigalpa se han desarrollado cuatro juicios en la Cámara de Gesell, diez en Santa Rosa de Copán, uno en Santa Bárbara, Lempira tres y dos en La Entrada, Copán.
Asegurar la prueba
Claudia Calderón, coordinadora de la Fiscalía de la Mujer, dijo que lo que se busca con esta modalidad es asegurar la prueba cuando el delito recién se ha cometido.
“Recién se halla cometido un hecho asegurar los mayores elementos de prueba para poder procesar a una persona y asimismo que la víctima o bien el sobreviviente no esté dando sus testimonios en diferentes ocasiones, sino que en la misma cámara puedan converger varios operadores de justicia”, señaló la abogada.
Calderón dijo que la primera declaración sirve para un juicio en caso de que la víctima no sea localizada y no pueda dar su declaración.
Con la reciente inauguración de la Cámara de Gesell lo que se busca es el fortalecimiento de la justicia sin revictimizar al sobreviviente de un delito.
La cámara es una herramienta con la que cuenta la justicia para obtener el testimonio de menores de edad víctimas de delitos sexuales.
Los interrogatorios son guiados por profesionales. Las partes siguen la diligencia detrás de una pared de vidrio.
En la zona noroccidental, solo San Pedro Sula no tenía esa herramienta, cuyo objetivo es que la víctima de un delito sexual, violencia doméstica y violencia intrafamiliar no tengan que dar su declaración o versión de los hechos ante varios entrevistadores cuando acude a los operadores de justicia a denunciar. René Díaz, coordinador regional del Ministerio Público, señaló que la Cámara de Gesell va dirigida a las víctimas en riesgo, es decir, niños, ancianos y mujeres.
“En este caso, la entrevista se hará de forma conjunta estando el juez, el agente del Ministerio Público, el defensor, y se tomará la declaración como prueba anticipada, no como se hace actualmente que primero el agente de investigación le toma la denuncia, luego el médico forense la evalúa, después llega el fiscal, por último la víctima declara ante el juez y está presente el defensor del agresor”, explicó Díaz.
El fiscal expresó que las partes harán a la víctima preguntas que ella no oirá, sino que serán canalizadas a través de un sicólogo que tendrá colocado un audífono. Todo el interrogatorio es grabado en un disco compacto que será debidamente embalado y asegurado como evidencia. La Cámara de Gesell está ubicada en el Centro Integrado en la Primera Estación. Hace unos años fue donada una, la cual por falta de espacio era utilizada para el reconocimiento en rueda y no para interrogatorios de víctimas que han sufrido abusos sexuales.
“Buscamos que se aplique la ley de una mejor forma sin dañar más a la víctima porque ya ha recibido un daño y si no varias personas le toman una declaración la estamos revictimizando y exponiendo a problemas sicológicos y lo que se evita es que tenga otro daño con las entrevistas que se le puedan hacer”, manifestó Díaz.
En Tegucigalpa se han desarrollado cuatro juicios en la Cámara de Gesell, diez en Santa Rosa de Copán, uno en Santa Bárbara, Lempira tres y dos en La Entrada, Copán.
Asegurar la prueba
Claudia Calderón, coordinadora de la Fiscalía de la Mujer, dijo que lo que se busca con esta modalidad es asegurar la prueba cuando el delito recién se ha cometido.
“Recién se halla cometido un hecho asegurar los mayores elementos de prueba para poder procesar a una persona y asimismo que la víctima o bien el sobreviviente no esté dando sus testimonios en diferentes ocasiones, sino que en la misma cámara puedan converger varios operadores de justicia”, señaló la abogada.
Calderón dijo que la primera declaración sirve para un juicio en caso de que la víctima no sea localizada y no pueda dar su declaración.
