Los 5 conflictos de la adolescencia

Consejos que le ayudan a los padres de familia a sobrellevar los problemas de la adolescencia en los hijos

Monterrey. Sus horarios de regreso a la casa le generan canas verdes y las palabrotas son ahora sus mejores amigas para comunicarse. Además, su nueva familia son sus amigos y sólo lo puede contactar vía Facebook o WhatsApp, si es que no le ha bloqueado aún. Llegó a la temida 'edad difícil', la adolescencia.


La secundaria acabó, y a padres e hijos les espera una nueva etapa que implica soltar más la rienda, es decir, conceder más libertades, pero que provoca, en muchos casos, confrontaciones.

Tome nota de los cinco ejemplos más comunes de situaciones que suponen conflicto, y consejos para manejarlos:


1 Se 'vuelan' la clase y no entregan tareas
Las entradas y salidas controladas de la secundaria terminaron y abrieron paso a horarios más flexibles, y la posibilidad de evadir clases.

Pero faltar y no entregar las tareas se convierten en problemas comunes cuando llegan las calificaciones a casa.


El consejo a los papás:
'El punto principal es saber que los chicos que pasan de secundaria a prepa quieren separarse de papá y mamá, pero lo más importante es que los papás no pierdan la comunicación con los hijos a pesar de esto', menciona la psiquiatra especialista en infancia y juventud Elena Guadalupe Rodríguez.
'Es vital que queden en claro los acuerdos que se tienen en familia, las expectativas que los papás tienen de los muchachos. Quizá no que saquen 100 en la prepa, pero que asistan a sus clases, que sepan el grado de responsabilidad que esperan sus padres de ellos'.

Rodríguez considera que va a haber situaciones en que va a ser imposible que los chicos no se vean presionados por el grupo, pero que a pesar de eso, hay que escuchar empáticamente antes de regañar.
Otro consejo es hablar de las faltas abiertamente y aconsejar a los jóvenes cómo administrarlas, comenta Alicia Salinas, especialista en psicología positiva por Harvard y catedrática en la UDEM.

'Aconseja a tu hijos cómo administrar las faltas, a lo mejor les conviene usarlas si se desvelaron estudiando para un examen, o fueron a una fiesta, o incluso reservarlas para las situaciones familiares y de salud, un choque o imprevistos. No pasa nada si eso se habla en casa'.

2 Empiezan con excesos
La edad de la mayoría de los estudiantes de prepa propicia que lo natural sea que se busquen romper los límites.

'Se puede caer en excesos, desde comer y dormir mal hasta congestiones alcohólicas, o abuso de sustancias. Su cuerpo sana más rápido, entonces, se dan oportunidad de desvelarse y rendir, pero al paso del tiempo las células no se reponen igual y vienen las consecuencias', indica el psicólogo y experto en adicciones Javier López.

El consejo a los papás:
Es necesario no prohibir, pero sí dejar claro que hay expectativas, obligaciones y responsabilidades que acompañan a las libertades, menciona López.

'Muchos papás les facilitan los vehículos, por comodidad o necesidad, pero hay que hacerles saber que es una responsabilidad, saber a quién sube, cómo maneja. El papá o la mamá tienen qué recordar que a ellos también les gustaba tomar riesgos cuando jóvenes y ser empáticos'.

Para López, el que muchos padres les den todo a sus hijos, incluyendo permiso para todo, influye en que no se interesen por nada, o que no valoren lo que tienen, y esto puede afectar su intención de progresar.

Otro aspecto es que no se caiga en el otro extremo, el de la prohibición, pues eso sólo motiva al joven a querer hacer las cosas por rebeldía, y a que la comunicación y confianza se pierdan, dice Alicia Salinas, experta en psicología positiva y catedrática de la UDEM.

'Hay que irles soltando la confianza, no desde un principio, sino poco a poco. Las nuevas generaciones dicen que no pueden platicar con sus papás porque a todo les dicen que no. Prohibir no es una opción, porque el joven va a caer en la mentira, pero es necesario poner límites', menciona.

'Yo diría que no a los cuestionamientos diarios. Los jóvenes no cometieron nada malo, simplemente fueron a estudiar, pero sí hay que propiciar la plática, a lo mejor empezar por cómo le fue a los papás y luego que ellos comenten, muchos esperan que sólo sean los hijos los que hablan'.

3 Cambian de imagen constantemente
Es generalmente hasta la facultad o universidad que los chavos empiezan a consolidar su personalidad, así que en preparatoria pasarán por constantes cambios, para los cuales los padres deberán estar preparados.

'Es normal que un papá vea a los hijos rockeros, luego vaqueros, en fin, con distintos estilos, amigos o música', señala el psicólogo Javier López.
La pertenencia a ciertos grupos sociales o sentirse aceptados son las razones más comunes de estos cambios.


El consejo a los papás:
Aunque sean cambios normales, aclara López, no deben ser forzados o impuestos por la presión grupal.
'Simplemente hay que saber que es transitorio y que cuando crezcan van a definir su identidad, y que está bien mientras no atente contra su integridad', dice López.

'Están buscando pertenecer y encontrando su identidad. Van a ir buscando a sus pares de acuerdo a sus gustos, aunque deben saber que cualquier situación que se haga bajo presión no es normal, y hay que identificar si hacen esto porque les gusta o porque los están forzando', menciona la psiquiatra especialista en infancia y juventud Elena Guadalupe Rodríguez.

4 Son irrespetuosos y desobedientes
Razonar o negociar con los jóvenes puede ser muy difícil para los padres que no parecen hablar su mismo lenguaje. Si bien es cierto que algunas veces ignorarán las llamadas, o reaccionarán con agresividad al contestarlas, los padres también deben ejercer el respeto que piden de los hijos.

El consejo a los papás:
Establecer límites no sólo se espera de los jóvenes, sino también de los padres, quienes a veces interfieren con las ideas, estilo y actividades de sus hijos de forma excesiva, explica Alicia Salinas, experta en psicología positiva.

'Saber la hora de llegada a casa y la de salida son límites sanos, también estar en comunicación, con uno o dos mensajes basta, no las llamadas constantes. Los papás también deben tener límites, la rebeldía del joven y la desesperación del papá no es una buena combinación.

'En cuanto al comportamiento y lenguaje, no por ser prepos pueden hablar como quieran por sentirse parte de un grupo. A veces usan ciertas muletillas, palabras o groserías, pero mientras se mantenga el respeto en casa, decir groserías no significa que es algo malo, simplemente creció'.

5 Se la pasan con la pareja y los amigos
Algunos de los motivos de más estrés para los padres es pensar en quiénes son las personas con las que sus hijos conviven, qué hacen con su pareja, si es que la tienen, y qué van a contestarles si les piden consejo.


El consejo a los papás:
Para la experta en psicología positiva Alicia Salinas lo principal es saber que los jóvenes también se estresan y como padres, perder el miedo a hablar de ciertos temas como la sexualidad o las nuevas amistades.
'Hay que saber manejar el cambio y no tenerle miedo. El primer paso sería acompañarlo, a lo mejor no puedes como papá resolver las dudas y temores, pero no es algo que no hayas vivido antes. Lo básico es la comunicación y saber adaptarnos al cambio junto con los hijos'.


Un consejo podría ser el propiciar conocer a los amigos o parejas al invitarlos a la casa y generar un ambiente cómodo para saber cómo se comportan, pues muchas veces los jóvenes evitan sus casas por estar demasiado supervisadas o evitar reprimendas de los padres.

De nuevo, el factor de la presión en la pareja o amigos cercanos implica que se aconseje a los jóvenes identificar si sus emociones son positivas o negativas, y si está decidiendo por sí mismo, sugiere la psiquiatra especialista en infancia y juventud Elena Guadalupe Rodríguez.
'Como papás, vayan poniéndole el nombre a las cosas, no tengan miedo de hablar, sobre todo de sexualidad.

Más que tratar de impedirlo, es mantener la comunicación abierta, preguntarle cuáles son los motivos por los que quiere o le atrae una persona, sin presionarlos'.
En los casos en que la comunicación sea difícil con los padres, también es recomendable fomentar que los hijos recurran a los maestros u otras figuras de autoridad.

'Tener un adulto de confianza al que puedan acudir, figuras de autoridad como un maestro, psicólogo escolar, otro familiar adulto, es de gran ayuda cuando la comunicación con los padres no es buena. Lo importante es que el joven platique y comunique, para recibir un consejo', menciona Rodríguez.