Todo sería diferente para las mujeres si Mary Phelps Jacob en 1914 a sus 14 años no hubiera inventado el brasier. Harta de que las varillas del corsé la lastimaran, la neoyorkina decidió cortar la parte inferior de su corsé.
Hoy, el brasier cumple 100 años de existir. Aunque no tuvo mucho éxito cuando se empezó a comercializar, ahora es una de las prendas femeninas más usadas.
En los años 30 se estandarizaron las tallas de los sujetadores gracias a la modista Ida Rosenthai.
En 1920 Mary se casó y pasó a llamarse Caresse Crosby y dio pié inicial a su empresa llamada Fashion Form Brassiere Company, la cual no registró grandes ganancias pero la hizo descubrir que por si misma podría subsistir sin necesidad de depender de su esposo. El negocio no fue muy fructífero así que tomó la difícil decisión de vender la patente del sujetador a Warner Brothers Corset Company por 1500 dólares.
Y así es como el brasier cumple 100 años de existir contando con diferentes formas, tamaños, estilos y diseños para satisfacer las necesidades de todas las mujeres.
