Madres y ejemplos de éxito

Con el apoyo del programa Voces Vitales Honduras, un grupo de mujeres microempresarias han logrado hacer crecer sus negocios.

Cada día demuestran capacidad y liderazgo para conjugar el rol de microempresarias con el más significativo: ser mamá. Gracias al programa Voces Vitales Honduras, el sueño de decenas de mujeres que buscan la superación se hace realidad.

Qué mejor ocasión para anticipar la celebración del Día de la madre que conociendo la historia de seis ejemplares damas y madres que aportan a la economía de sus hogares y del país.

Marisol Licona, Amal Faraj, María Zambrano, Martha Lucía Meza, Gabriela Flores y Ana Lizeth Pavón, gracias a sus talentos y esfuerzo, se han convertido en las dueñas de sus negocios y cuentan a LA PRENSA cómo son beneficiadas por el programa Voces Vitales Honduras.

Esta organización cree en el poder que tiene la mujer para generar un cambio y por ello, invierte en ellas. Su objetivo primordial es empoderar a líderes de micro y pequeñas empresas impulsando su potencial de liderazgo y habilidades gerenciales para contribuir al desarrollo económico y social del país.

Es una iniciativa mundial. “Fue fundado por la exprimera dama de Estados Unidos, Hillary Clinton. En Honduras se creó en el 2011 con el propósito de empoderar a la mujer”, dijo Sofía Pereira, coordinadora de programas y asistente ejecutiva en el país.

La esencia de Voces Vitales Honduras es el programa de mentora. Las aprendices -pequeñas microempresarias- entablan una amistad con una mentora -ejecutivas y empresarias reconocidas- para el desarrollo de su negocio. Ellas les transmiten experiencias, consejos y contactos.

“Este programa es una excelente guía para las mujeres emprendedoras, quienes pertenecen a él son muy positivas”, dijo Sofía Molina, aprendiz de Voces Vitales y dueña de Café Nahual.

Ana Lizeth Pavón: “Las mujeres también somos capaces”

El afán de sacar adelante a sus tres hijos fue lo que impulsó a Ana Lizeth Pavón, madre soltera de 56 años, a incursionar en el mundo del negocio a través de su microempresa La casa de las especias.

“La idea del negocio surgió en la cocina de mi casa y por la necesidad de generar ingresos para mi hogar sin descuidar a mis hijos”, cuenta Pavón, quien reside en Tegucigalpa.

Está consciente que el reto no ha sido fácil; sin embargo, con la ayuda de sus hijos ha superado cada uno de los obstáculos. “Me he dado cuenta de que las mujeres también somos capaces y podemos superar barreras que a veces los hombres no pueden”.

Martha se encuentra en la primera fase del programa Voces Vitales pero ha recibido mucho aprendizaje. “Estoy muy agradecida con Voces Vitales porque nos enseñan a ser más que obreras en nuestros negocios, realmente son una bendición, las mentoras son excelentes”. Afirma que no cambiaría nada de lo que ha vivido, “ser empresaria no es fácil, pero es gratificante”.

Marisol Licona: “Es necesario creer en sí misma”

Innovadora y positiva son algunas de las características que definen a Marisol Licona, una mujer que transforma la tela, el vidrio y otros materiales en hermosas joyas que realzan la belleza femenina.

Marisol tiene tres meses de ser aprendiz en el programa Voces Vitales en San Pedro Sula y ha aprendido muchas herramientas para romper fronteras y dar a conocer su empresa de joyería: Sol y Luna. “Inicié mi negocio en el 2010, ya que necesitaba colaborar en mi hogar pues me había quedado sin empleo, la inversión inicial fue de 500 lempiras y esta se ha multiplicado”, dijo Marisol.

El programa también ha sido una experiencia de vida que le ha permitido crecer como persona. “Ha sido una experiencia fantástica, aprendí a organizarme en mi negocio y a trabajar mejor en el área administrativa, así como poner en marcha procesos que agilizan y mejoran la calidad del producto”, gracias a las recomendaciones de su mentora. Actualmente trabaja en adquirir su propio local y en el diseño de ropa.

Amal Faraj: “Me apasionan los desafíos”

La pasión y el talento por el arte se plasman en cada lienzo que traza. Amal Faraj es madre de dos hijos y aprendiz del programa Voces Vitales en San Pedro Sula.

Ella ha convertido su amor por la pintura y la decoración de interiores en su propio negocio. “Estoy agradecida por el talento que Dios me dio, ya que desde pequeña me ha llamado la atención este tipo de arte”, dijo Amal.

Pertenecer al programa le ha permitido expandir su empresa: Amal Faraj Corporation. “Tengo un año de estar en Voces Vitales y he aprendido mucho sobre todo en el área administrativa y en la localización de mis clientes”.

Debido a los resultados que ha obtenido, Amal recomienda el programa a las mujeres que están interesadas y desean asumir el reto de tener su propia empresa.

Actualmente trabaja en su colección llamada “Belly Love”, inspirada en el mundo árabe.

María Zambrano: “Debemos dejar un legado productivo”

Al entrar al negocio Rikuras, ubicado en la colonia Stibys de San Pedro Sula, es imposible no dejar de seducir el paladar con el dulce de leche y la sabrosa repostería que prepara Marisol Zambrano, aprendiz del programa Voces Vitales, madre de familia y microempresaria.

Es ingeniera en sistemas de origen colombiano que desde hace 11 años se dedicó a preparar exquisitos panes colombianos, obleas, arepas y bocadillos.

“Soy muy perfeccionista con mi trabajo, mi deseo es que las personas consuman mi producto lo más fresco posible. Tengo dos meses de pertenecer a Voces Vitales y me encanta porque empoderan a la mujer. A través del programa he aprendido que debo delegar trabajo y dar a conocer mi negocio”. Incitó a las mujeres que desean ser parte del programa a ser constantes y aplicar las herramientas.

Martha Lucía Meza: “Hay que superar las barreras”

Su incansable deseo por expandir sus conocimientos culinarios impulsaron a Martha Lucía Meza (47) y madre de tres hijos a viajar por diferentes países del mundo como Colombia, España y Brasil con el propósito de fundar en Honduras su microempresa llamada: Lanchonete’s.

Su negocio ofrece deliciosos chocolates, trufas, comida brasileña y hondureña.

“Toda la vida tuve la idea de ser una mujer emprendedora, por ello desde el mes de enero soy parte de Voces Vitales, un programa que es muy bueno porque apoya a las mujeres que desean salir adelante como empresarias, ya que en Honduras no es fácil tener un negocio propio”, dijo Martha. Debido a la variedadde sus platos, Lanchonete’s ha estado presente en ferias organizadas por empresarias bancarias, entre otras. Su meta es tener su propio local en Tegucigalpa, ciudad donde reside.

Gabriela Flores: “Somos mujeres emprendedoras”

Con el propósito de estimular la creatividad en los escolares, Gabriela Flores ha dedicado muchas horas de trabajo para diseñar atractivas manualidades y decoraciones para las casas y fiestas.
Es una madre proactiva de tres hijas, que ha logrado equilibrar sus tareas en el hogar con su gusto por las manualidades.

“Las maestras de mis hijas descubrieron que tenían esta habilidad y pensé que era ideal crear un negocio”.

Con el deseo de aprender a administrar su microempresa, Decoart, Gabriela se inscribió en el programa Voces Vitales Honduras.

“Ha sido el empuje que necesitaba, a veces tenemos el talento pero no sabemos cómo aplicarlo bien. El acompañamiento y las capacitaciones me han llevado a otro nivel. Todas hemos tenido un cambio, ya que somos mujeres emprendedoras”.
Gabriela Flores también reside en la capital del país.