Redacción. Ese primer viaje que tanto esperaba el mundo no es nada barato. Los duques de Cambridge estarán tres semanas, y llevan una, en Oceanía; acompañados de una comitiva de 11 personas, un ropero carísimo para Catalina y todas las atenciones para que en 45 citas oficiales no tengan ningún percance.
Kate sabía antes del viaje que los ojos de la prensa rosa estarían puestos en ella y ha viajado hasta con su peluquera personal Amanda Cook Tucker que retoca su melena en cada evento para que luzca radiante.
No falta su secretaria Rebecca Deacon que le ayuda con los estilismos y la niñera del príncipe George, la española María Teresa Turrión Borrallo, quien ha debutado ante las cámaras del mundo.
En este tour, Catalina estrena un estilo menos “barato” y más sofisticado. Para complacer a la reina Isabel, se cambia cuatro veces al día de vestido, llevó joyas imponentes, faldas más largas y cortes regios.
La monarca británica además abrió su joyero personal y Ángela Kelly, la encargada del vestuario de la reina, ayudó a la duquesa a elegir las alhajas. Una de ellas es el broche en forma de helecho, símbolo nacional de Nueva Zelanda, que lució al aterrizar al país.
Ha llevado prendas de la marca italiana Max Mara y la estadounidense Tory Burch. Además de Jenny Packham, Alexander McQueen, Catherine Walker y hasta de Zara. En cuanto a zapatos, lo mejor. De Jimmy Choo para arriba.
El principito tampoco se queda atrás y en su maleta hay prendas de marca británica de lujo Rachel Riley para que luzca con el lujo de un futuro rey.
