Adiós a la diva de la alta costura hondureña

Muñeca, la más aclamada diseñadora de la historia del país fue sepultada en Tegucigalpa.

Sus diseños no tenían nada que envidiarle a los de la inmortal Coco Chanel o la gran Carolina Herrera. Elvira Moncada nació con manos de oro para vestir a las más refinadas damas de Honduras con impresionantes y perfectos diseños que nacían de su autodidacta talento.

La Muñeca ganó fama de gran artista de la alta costura allá por los años sesenta y setenta, en aquellos tiempos donde no llegaban catálogos al país para copiar creaciones de otros afamados maestros de la moda internacional y principalmente de Europa.

Sus vestidos eran obras de arte, pero ahora se han convertido en remembranzas, dignos de un museo, que guardan en la mente o aún atesoran aquellas musas de la época que tuvieron el privilegio de ser vestidas por la diva de la alta costura hondureña, la más grande y consagrada diseñadora que ha dado a luz Honduras.

Era sublime, cariñosa, delicada y muy sencilla, pero esas cualidades la hacían más brillante porque no cabía en ella la jactancia. Hace unos 40 años las elegantes damas de la sociedad capitalina y sampedrana y de otras ciudades se desvivían porque Muñeca las vistiera con sus finos acabados y hermosos diseños.

Tributo al arte

Fueron 71 años de trayectoria entre hilos, tijeras, telas e imaginación que dudosamente repetirá uno de los artistas contemporáneos del diseño nacional. Elvira Valladares Landa de Moncada era ya una leyenda viviente de la moda hondureña, y hoy, un mito digno de un documental para la TV nacional.

Sus creaciones no desfilaron por las semanas de la alta costura en Europa, pero eso sí, las misses de los años dorados de Honduras los lucieron en aquellos fastuosos certámenes donde competían mujeres no solo bellas, sino de abolengo y categoría.

Tenía 83 años. Vivía en la capital, ciudad que la vio realizarse como esposa de Francisco Moncada y como madre de cuatro hijos: Francisco, Fernando Carlos y María de los Ángeles, esta última, su compañera y más fiel alumna en el exquisito arte del diseño y la confección.

Aclamada

Pero Muñeca no solo tuvo el privilegio de vestir a la élite nacional. También bordó con magistral nitidez las bandas presidenciales de los mandatarios Carlos Roberto Reina, Carlos Flores Facussé, Ricardo Maduro, Manuel Zelaya Rosales y el actual Porfirio Lobo Sosa, y tal como ella afirmara hace tres años y medio, esa sería la última.

Ya no daba entrevistas a ningún medio de comunicación del país. Solamente se limitaba a hablar y abría las puertas de su hogar cuando se acercaba la toma de posesión de un nuevo gobernante y se refería al tema de la banda presidencial, pero LA PRENSA logró un histórico reportaje donde plasmó no solo la sencillez de esta dama, sino todo su talento y los más grandes elogios que ella merecía.

Además permitió que la fotografiaran en su taller, reconstruido, porque en 1998 el huracán Mitch lo devastó. Ese año fue el retiro casi obligado de la moda en la vida de Muñeca pero las mujeres de su familia sí siguieron luciendo sus diseños.

Elvira Moncada seguirá por siempre siendo un digno ejemplo para los amantes del diseño en la nación, ya que gracias a su abuela Elvira Venegas y su madre Irene Francisca Landa, de quienes aprendió “viendo”, logró ser la máxima exponente de la alta costura catracha.

Legado presidencial

En fotos exclusivas para Honduras, LA PRENSA tuvo el placer de fotografiar a Elvira Moncada junto a su hija María de los Ángeles en plena labor de bordar con magistral habilidad la banda presidencial que le fue impuesta a Porfirio Lobo Sosa el 27 de enero de 2010.

Para ella, más que un trabajo, “era un honor” que se le escogiera como la artista para diseñar y hacer realidad este lienzo donde el escudo de Honduras reflejaba un calco perfecto que sólo podían darlo las manos de la gran Muñeca, sobrenombre que cariñosamente le dio su abuelo.