Aunque son recomendaciones que ya sabemos, conviene recordar estos consejos a la hora de desalentarnos frente a la subida de peso, especialmente cuando se avanza en edad y es más difícil mantenerse en línea.
1. El estrés
Conviene caminar al menos 10 minutos antes de comer esas galletas en tu trabajo, cuando sientes estrés. Enfrentar el estrés comiendo lo único que nos deja es más peso físico y peso de consciencia, porque ni siquiera lo hacemos por hambre.
2. No desesperar
El desánimo es el peor enemigo en una dieta. Cuando queremos perder mucho peso y no lo logramos, echamos por la borda lo que ya conseguimos. Cuidado con las expectativas poco realistas, el peso perdido poco a poco es el que no rebota.
3. Resistir
Estás en una reunión de trabajo frente a un plato de boquitas, en la despedida de soltera de una amiga. Preparas la graduación de tu hija o vas al estadio a ver jugar a la Selección o a tu equipo y se te antoja una baleada... No te relajes tanto como para comer sin necesidad. Muchas veces lo hacemos nada más como respuesta a estas situaciones.
4. En la mesa
Recostarse en el sofá o en la cama para comer es un hábito que provoca que engullas más de la cuenta, o que te levantes de madrugada a buscar bocadillos porque te quedó un hueco en el estómago. Almuerza y cena en la mesa para que tu cerebro identifique que estás consumiendo alimentos.
5. Fuerza de voluntad
Sales del trabajo y te tientas a pasar por el autoservicio por unas papitas fritas o por un postre para comerlo mientras llegas a tu casa. Tu fuerza de voluntad no debe cansarse. Planificar qué hacer en situaciones como ésta es clave, como tener a la mano una opción de bocadillo saludable y sin calorías. Dormir bien es también clave para evitar sentir hambre cuando lo que tenemos es agotamiento físico.
6. Los amigos
Busca amistades que tengan hábitos saludables, que hablen sobre hacer ejercicio o dónde encontrar buenas verduras o frutas, que te den buenos consejos y sobre todo te den ánimo para bajar de peso.
7. Lista del súper
Tu plato debe contener frutas, cereales, vegetales y proteínas. Es esto lo que debes incluir en la lista del supermercado. Revisa lo que llevas en el carrito antes de llegar a la caja y asegúrate de no llevar esas bolsas de golosinas que terminarás comiendo y sólo te harán subir de peso.
8. Autosabotaje
Esfuérzate lo suficiente para comer sano, el autosabotaje es un enemigo para la pérdida de peso. Si quieres algo asegúrate de que suceda. Se fuerte, inteligente, no te dejes vencer en tu propósito.
9. Objetivos medibles
Cualquier objetivo que establezcas debe ser específico, medible, realizable, realista y limitado en tiempo. Por ejemplo, si tu objetivo es ser más activo y no haces ejercicio, establece que caminarás 30 minutos todos los días durante un mes. Luego ve por más.
10. Levántate
Debes alejarte de a vida sedentaria, como pasar sentados ocho horas al día en nuestro escritorio del trabajo y otras dos o tres horas sentados en casa viendo la TV. Camina, usa las escaleras, haz ejercicio al llegar a casa...
1. El estrés
Conviene caminar al menos 10 minutos antes de comer esas galletas en tu trabajo, cuando sientes estrés. Enfrentar el estrés comiendo lo único que nos deja es más peso físico y peso de consciencia, porque ni siquiera lo hacemos por hambre.
2. No desesperar
El desánimo es el peor enemigo en una dieta. Cuando queremos perder mucho peso y no lo logramos, echamos por la borda lo que ya conseguimos. Cuidado con las expectativas poco realistas, el peso perdido poco a poco es el que no rebota.
3. Resistir
Estás en una reunión de trabajo frente a un plato de boquitas, en la despedida de soltera de una amiga. Preparas la graduación de tu hija o vas al estadio a ver jugar a la Selección o a tu equipo y se te antoja una baleada... No te relajes tanto como para comer sin necesidad. Muchas veces lo hacemos nada más como respuesta a estas situaciones.
4. En la mesa
Recostarse en el sofá o en la cama para comer es un hábito que provoca que engullas más de la cuenta, o que te levantes de madrugada a buscar bocadillos porque te quedó un hueco en el estómago. Almuerza y cena en la mesa para que tu cerebro identifique que estás consumiendo alimentos.
5. Fuerza de voluntad
Sales del trabajo y te tientas a pasar por el autoservicio por unas papitas fritas o por un postre para comerlo mientras llegas a tu casa. Tu fuerza de voluntad no debe cansarse. Planificar qué hacer en situaciones como ésta es clave, como tener a la mano una opción de bocadillo saludable y sin calorías. Dormir bien es también clave para evitar sentir hambre cuando lo que tenemos es agotamiento físico.
6. Los amigos
Busca amistades que tengan hábitos saludables, que hablen sobre hacer ejercicio o dónde encontrar buenas verduras o frutas, que te den buenos consejos y sobre todo te den ánimo para bajar de peso.
7. Lista del súper
Tu plato debe contener frutas, cereales, vegetales y proteínas. Es esto lo que debes incluir en la lista del supermercado. Revisa lo que llevas en el carrito antes de llegar a la caja y asegúrate de no llevar esas bolsas de golosinas que terminarás comiendo y sólo te harán subir de peso.
8. Autosabotaje
Esfuérzate lo suficiente para comer sano, el autosabotaje es un enemigo para la pérdida de peso. Si quieres algo asegúrate de que suceda. Se fuerte, inteligente, no te dejes vencer en tu propósito.
9. Objetivos medibles
Cualquier objetivo que establezcas debe ser específico, medible, realizable, realista y limitado en tiempo. Por ejemplo, si tu objetivo es ser más activo y no haces ejercicio, establece que caminarás 30 minutos todos los días durante un mes. Luego ve por más.
10. Levántate
Debes alejarte de a vida sedentaria, como pasar sentados ocho horas al día en nuestro escritorio del trabajo y otras dos o tres horas sentados en casa viendo la TV. Camina, usa las escaleras, haz ejercicio al llegar a casa...
