16/04/2024
08:20 PM

Miriam Canales, la sampedrana que fue reconocida por Barack Obama

Su labor con la juventud por medio de los centros de alcance ha sido reconocida en el extranjero.

San Pedro Sula, Honduras.

La sampedrana Miriam Canales visitó la semana pasada la Casa Blanca en Washington y luego de hablar de la labor que realiza con los jóvenes hondureños por medio de los centros de alcance fue felicitada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Ella es coordinadora del programa Alianza Joven Honduras y dedica unos minutos a LA PRENSA para contar algunos detalles de la experiencia que vivió en la capital del país más poderoso del mundo.

Momento en el que presidente Barack Obama felicitó a la joven por su labor.

Momento en que presidente Barack Obama felicitó a la joven por su labor.

-¿Cómo se da la oportunidad de conocer al presidente de Estados Unidos y recibir felicitaciones de él?

El Gobierno de ese país manda invitaciones a la embajada de Honduras para que puedan invitar a personas por el programa International Visitor y la embajada conociendo el trabajo de los centros de alcance me invitó a viajar. Luego de tener la aprobación de nuestro director acepté.

Ya estando en Washington, durante las reuniones, empezamos a hablar de los temas de país y en qué consistía nuestro trabajo y las actividades que hacemos dentro del programa Alianza Joven Honduras. Entonces les llamó la atención y para mi sorpresa el presidente Obama contó lo que yo les había dicho y felicitó la labor.

-¿Cuáles fueron las palabras exactas del Presidente?

Las palabras de Obama fueron: “Estamos con los trabajadores comunitarios como Miriam Canales que trabaja en las comunidades muchas veces sacudidas por la violencia y donde los niños tiene temor de salir a las calles y en muchos casos inician la peligrosa travesía de salir al norte, que en muchas ocasiones es mortal. Los centros de alcance les dan un lugar seguro para jugar, crecer y aprender”.

Para mí, eso fue algo emocionante.

-¿Qué más pasó en esa reunión con Barack Obama?

Me preguntaron cuál era mi sueño y contesté que mi sueño es caminar libre en mi ciudad y vivir en paz en nuestras casas. También expuse el sufrimiento que vivimos por las familias hondureñas que deben separarse porque cada uno busca una mejor vida en ese camino a Estados Unidos, mejores oportunidades de vida.

Luego de eso me informaron que él (Barack Obama) pidió siete países para tomarse una fotografía, entre ellos Honduras. Luego seleccionó a tres para resaltar su trabajo y también fuimos seleccionados.

La foto fue tomada por personal de la Casa Blanca y dijeron que la enviarían dentro de dos semanas.

-¿Cuánto tiempo tiene trabajando en ayudar a los jóvenes?

Tengo dos años trabajando con el proyecto Alianza Joven Honduras y estuve antes como voluntaria del Comité del Prevención de Violencia Municipal de San Pedro Sula y desde que conocí el proyecto me encantó. Jamás me imaginé que iba a tener la grata sorpresa de algún día ser reconocida por el presidente de Estados Unidos.

Para el proyecto es importante, no solo para mí, porque solo fui la cara que representó a más de 40 coordinadores de los centros de alcance, donde tenemos más de dos mil voluntarios y más de 20 mil miembros en todo Honduras y todas estas personas hacen posible el trabajo. Además, hace 12 años que doy clases de catequesis en la iglesia San Vicente de Paúl.

-¿De dónde nace ese sentimiento de ayudar a los demás?

Primero fui maestra de preescolar. Luego trabajé en un banco y cuando estaba ahí me llegó la invitación para trabajar en una fundación, ya era voluntaria de varias organizaciones como Amor y Vida, Hogar Emmanuel, Radio Luz. Entonces creo que nací con esa virtud de querer ayudar a las personas y Dios me ha movido en los lugares adecuados. Al ser voluntaria creció ese sentimiento, luego decidí enfocar mi vida profesional en el trabajo comunitario.

Luego me impactó este programa por todos los beneficios que los muchachos tenían y saber que podía ser una plataforma para que ellos pudieran lograr muchas cosas.

-Por su experiencia ¿cuáles son para usted las mayores necesidades de los jóvenes?

Creo que lo que más necesita el joven sampedrano es ser escuchado, sentirse en un espacio donde sea libre. Honduras es un país con muchas carencias económicas, pero con riqueza humana, y el joven necesita sentirse amado, valioso, importante y saber que hay personas que se interesan en su vida, encontrar sitios donde trabajar y más oportunidades de estudio.

-¿Jóvenes de qué edades atienden en los centros de alcance?

Pueden ir de todas las edades, pero nuestros indicadores están en muchachos de 9 a 29 años.

Dependiendo de la edad se van involucrando en diferentes actividades: hay becas de Infop, talleres de bisutería, academias de belleza, panadería, barbería, soldadura, electricidad, computación permanente, clases de inglés, talleres de música. Estas son solo las semillas que sembramos en ellos. Muchos forman microempresas y se van organizando y se les dan capacitaciones para que desarrollen sus capacidades.

-¿Cuál sería el taller más importante de los centros de alcance?

El taller de desafío Soñar mi vida porque enseñamos a soñar y a marcar metas en su vida, metas reales. También tenemos talleres de metas y virtudes, en que se trabaja una virtud cada mes.

-¿Cuál es el impacto que han tenido en la juventud sampedrana?

Los resultados han sido muy buenos. Muchos dirán que los problemas de Honduras no tienen solución, pero en cada joven que aprende un oficio, que encuentra trabajo, que ha emprendido una meta y logrado alcanzarla están los resultados.

-¿Cuáles son los problemas que más tienen los jóvenes?

Desintegración familiar, no tener fácil acceso a la educación y la falta de áreas libres. Tratamos de ocupar el tiempo de ocio de los muchachos porque al estar desocupados y no tener mucho que hacer uno pierde la esperanza de salir adelante.